Es el regreso de Luc Besson, tras las acusaciones de violación a la actriz Sand Van Roy, a quien dirigió en Valerian y la ciudad de los mil planetas. El director de El perfecto asesino y Nikita presentó Dogman en competencia por el León de Oro en la última edición del Festival de Venecia (no ganó nada), toda una rareza porque su película no es más que una de acción con un personaje que se traviste y tiene varias decenas de perros (de ahí el título original) que lo ayudan a sobrevivir.
El protagonista es Caleb Landry Jones (3 anuncios por un crimen, ganador del premio al mejor actor en Cannes 2021 por Nitram), quien se la pasa mayormente en silla de ruedas -su padre, violento, le pegó un tiro cuando él era un niño- y rodeado de 60 canes.
Lo dicho, Besson regresó al cine de acción, pero con una historia pequeña.
La de un coleccionista de perros traumatizado que adquiere una identidad queer, y se convierte en tirador lleno de dinero y vengador de la codicia capitalista y el abuso doméstico.
Landry Jones es un bicho raro del cine independiente, interpretando a libertinos (3 anuncios por un crimen) o psicópatas terroríficos (Twin Peaks: The Return, la mencionada Nitram). Douglas en Dogman es como una combinación.
La primera vez que vemos a Douglas Munrow, está con un vestido sin tirantes, peluca rubia algo despeinada y maquillaje blanco. Sangra por la espalda y es arrestado desde el asiento del conductor de un auto.
El interrogatorio posterior tiene que ver con su “condición”, pero también por una serie de asesinatos y allanamientos de viviendas que aparentemente no estarían relacionados. Cuando la interroga la psiquiatra Evelyn (Jojo T. Gibbs), está atado a una silla de ruedas. Lo curioso es que ambos personajes, el acusado y la psiquiatra tienen puntos en común, por traumas del pasado.
Tampoco es que Besson vaya a profundizar en el personaje femenino, que es de reparto. Así que se dedicará a full en Dogman.
Habrá, a partir de ese momento, una catarata de flashbacks, con Douglas de niño, maltratado por su padre, un adiestrador de perros, que abusa de ellos, los desnutre para que tengan hambre y peleen mejor, que así se gana la vida. Besson basó su guion (en inglés) en un artículo que leyó sobre una familia francesa que encerró a su hijo en una jaula cuando tenía cinco años.
Pero, y sí, hay un pero mayúsculo, que es la exageración de todo (las peleas; las muertes, la composición del protagonista). Douglas cuida a sus canes, que ha adoptado de distintos refugios, y los considera sus hijos.
Caleb Landry Jones pelea con los canes a ver quién se ve mejor en pantalla. Con sus aparatos ortopédicos, vestido de Edith Piaf, de Marlene Dietrich o de Marilyn Monroe, protagoniza esta carnicería machista cargada de acción, con una resolución del tipo Mi pobre angelito.
En fin, Besson ha tenido mejores tiempos.
Drama / Acción Francia, 2023. 115′, SAM 16. De: Luc Besson. Con: Caleb Landry Jones, Jojo T. Gibbs, Christopher Denham, Marisa Berenson. Salas: Hoyts Abasto y Unicenter, Cinépolis Recoleta y Pilar, Showcase Belgrano.