El nombre de Kim Basinger siempre estará inevitablemente ligado a un striptease, el que protagonizó en Nueve semanas y media para su coprotagonista, Mickey Rourke, al ritmo de la voz rota de Joe Cocker en You Can Leave Your Hat On.
Era 1986 y la actriz, que ya se había convertido en una chica Bond tres años antes junto a Sean Connery, ascendió a mito erótico. Tenía 33 años y una prometedora carrera por delante que se torció por el camino. Hoy Kim Basinger sopla 70 velas alejada de los focos de Hollywood.
Nacida Kimila Ann Basinger en Athens (Georgia, EE.UU.) en una familia numerosa con cuatro hermanos, su belleza le abrió puertas como modelo, pero lo que a ella le gustaba era cantar y actuar. Vegana desde los 8 años y activista por los derechos de los animales, a los 16 Kim Basinger fue elegida Miss Georgia y durante las eliminatorias nacionales en Nueva York le ofrecieron un contrato como modelo fotográfica.
Hija de un veterano de la Segunda Guerra Mundial que renunció a sus aspiraciones musicales para dedicarse a las finanzas y de una ex modelo, con el tiempo Kim se transformó en un mito erótico. “Yo era una gran criatura sexual”, definió la actriz alguna vez.
En 1983 protagonizó junto a Sean Connery la película de James Bond Nunca digas nunca jamás, pero la fama de verdad le llegó con la historia de amor tóxico de Adrian Lyne.
Luego vendrían Cita a ciegas, Batman, La fuga y otros éxitos que culminaron con su interpretación de una prostituta en Los Angeles al desnudo (1997), que le hizo ganar el Oscar a mejor actriz de reparto. Ha participado en más de una cuarentena de películas; la última, en el 2018, Cincuenta sombras liberadas.
Pero ya hace años que Kim Basinger no sólo no aparece en la pantalla sino que tampoco lo hace ni en alfombras rojas ni en fiestas. Según cuentan, la estrella no supo gestionar la fortuna que alcanzó con su carrera. Quizá su mayor excentricidad fue gastarse 20 millones de dólares en 1989 en comprar un pueblo de 710 hectáreas llamado Braselton para crear un parque temático sobre Hollywood.
Problemas de salud mental
Sus problemas de salud mental, como agorafobia y ataques de ansiedad, también han contribuido a que haya preferido vivir en la intimidad. Lo hace junto a su último amor, el peluquero Mitch Stone, con quien convive desde el 2014. La pareja se dejó ver hace unos meses en la fiesta que su única hija, Ireland -nacida de su matrimonio con Alec Baldwin-, dio en la recta final de su embarazo. Kim ya es abuela de una niña llamada Holland.
Casada y divorciada dos veces, la primera vez con el maquillador Ron Snyder (de 1980 a 1989) y la segunda con Alec Baldwin (de 1993 al 2002), la actriz también vivió sonados romances como el que mantuvo con Richard Gere y con el cantante Prince.
Actualmente es una gran activista de la defensa de los animales, faceta que acapara por completo su actividad. Ella misma en su Instagram se define así: “Actriz que espera que algún día toda la humanidad trate a los animales con el respeto que merecen”.
(La Vanguardia y Clarín)