La editorial Libros del Kultrum publicará en breve un nuevo volumen de textos del mítico crítico, periodista y escritor Lester Bangs. Hace ahora más o menos cinco años, la editorial se lanzaba a la aventura de publicar libros musicales justamente con Reacciones Psicóticas y Mierda de Carburador, traducción al castellano realizada por Ignacio Juliá de la famosa recopilación de textos de Bangs que realizó el no menos destacado Greil Marcus.
En esta ocasión le toca el turno a Main Lines, Blood Feasts, and Bad Taste: A Lester Bangs Reader. Se trata de otra recopilación, realizada por John Mortland en 2003, que aquí se traduce como Venas al Frente, Festines de Sangre y Mal Gusto. En este caso John Morthland, a diferencia de Marcus, navega también en la muchas veces olvidada faceta literaria de Bangs, agrupando alguno de esos textos en el epílogo. La traducción es obra de Paco Arrieta.
Este segundo volumen de prosas reunidas, como comentábamos, complementa la labor emprendida con Reacciones psicóticas y mierda de carburador, la primera y ya clásica antología de la obra de Bangs. Se incluyen en este, además, extractos de una obra autobiográfica que escribiera en su más turbia adolescencia, así como crónicas de sus viajes y, por supuesto, semblanzas, reseñas, críticas y toda suerte de ensayos breves que abarcan desde los desvaríos de consagrados tunantes como Miles Davis, Lou Reed y los Rolling Stones hasta individuos algo más esotéricos como Brian Eno, David Byrne y Captain Beefheart. Sea como fuere, de imprescindible lectura para cualquier persona moderada y/o irremediablemente interesada en la historia del rock.
John Morthland (1948-2016) empezó en el mundo del periodismo musical con una entrevista a los Rolling Stones en 1964, cuando era aún estudiante de secundaria. En 1969 empezó a colaborar con la revista Rolling Stone y se incorporó a la plantilla a principios de 1970 tras colaborar en un reportaje de portada sobre el fatídico concierto en Altamont de los Stones. En pocos meses ascendió a redactor jefe, para abandonar la revista poco después aunque siguió colaborando puntualmente hasta los años 80. También ha escrito para Creem y ha publicado varios libros sobre música country. Morthland hizo amistad con Lester Bangs mientras escribía para Rolling Stone y, cuando este último murió en 1982, asumió el papel de albacea testamentario de su legado.