El año pasado Iggy Pop dijo en la BBC Radio que Mitski era la compositora más aventajada de su generación, y cuando la iguana sentencia con tanta rotundidad es que algo de razón tendrá. Y sí, ciertamente la artista afincada en Nueva York está dando forma a un cancionero cada vez más sofisticado y sensual a la par que adictivo. La trilogía que conforman Be The Cowboy (2018), Laurel Hell (2022) y este The Land Is Inhospitable And So Are We (Dead Ocean, 2023) avala lo que Iggy apostilló estando sobrio.
Si en sus anteriores discos se escoraba por los matices synthpop e incluso con bases disco, ahora Mitski renueva votos con su mejor disco, repleto de estampas interioristas que dan cuenta de la soledad que nos rodea. Toda esta narrativa tiene una mullida colcha a base de armonías irresistibles, arreglos y texturas que la acercan al country-pop y a la música de cámara (atención a los preciosos coros que aparecen en algunos temas), con sublimes líneas orquestales que hacen que las canciones queden como suspendidas, ajenas a coordenadas de espacio/tiempo para el oyente. Se diría que la atemporalidad se mide por estos parámetros, y creo firmemente que este es un disco de madurez absoluta.
Arranca el disco con las sensuales tonalidades de su guitarra acústica en “Bug Like An Angel”, y de repente una especie de coro griego irrumpe en la melodía cortocircuitando ese bálsamo de tranquilidad aparente (“Did you go and make promises you can’t keep?”); después le sigue el trote mortecino de “Buffalo Replaced” en la que resuenan ecos de shoegaze con mucho reverb.
Un tono más apaciguado aparece en “Heaven”, con fraseos de pedal steel y de cuerda ensoñadores, y una Mitski entregada vocalmente nos deja sin resuello en la hermosa “I Don’t Like My Mind” con versos que narran los desvaríos causados por la incomunicación. El muro de sonido en “The Deal” podría ser obra de Phil Spector, aunque la melodía cimbrea por el folk y la electrónica más incomoda en su recta final.
El piano se adentra en la portentosa arboleda de “When Memories Know” con una coral que recuerda a las filigranas góticas perpetradas para el cine de Danny Elfman y Tim Burton hasta que las cuerdas se desbordan para emular las sinfonías paisajísticas de Lee Hazlewood. Se hace una pausa y entra la balada “My Love Mine All Mine” con, de nuevo, reminiscencias a western cósmico, de igual manera que “The Frost” vuelve a adentrarse por texturas country.
“Star” es otra bella composición de dream-pop y puerta de entrada a terrenos envueltos en bruma; la PJ Harvey más carnal parece el referente de “I’m Your Man”, con una letra que trata el desgarro que acarrean las relaciones de “amor” por sometimiento. La pieza final, “I Love me After You” sirve para exorcizar negras sombras del pasado y estar en paz consigo misma y, de alguna manera, cerrar un conflictivo circulo vital.
Escucha Mitski – The Land Is Inhospitable And So Are We