Supongo que Paul McCartney fue muy feliz en los casi treinta años en los que convivió con Linda, porque nunca quiso separarse de ella. Murió de cáncer de mama el 17 de abril de 1998. Hoy es el 82 aniversario de su nacimiento.
Linda Mc Cartney: recomendaciones
Ni siquiera en el escenario, cuando le obligaba a actuar con su grupo de música Wings, aunque su voz y su discutida técnica en los teclados fueran siempre anulados por el ingeniero de turno.
Paul conoció a Linda el 15 de mayo de 1967 en un club de moda londinense. Se la presentó Chas Chandler, bajista de los Animals, músico y productor, el hombre que había manejado los negocios del guitarrista Jimi Hendrix, uno de los últimos amantes que tuvo Linda.
Linda Eastman, su nombre de soltera, nació en el estado de Nueva York en 1941, y fotografió la escena musical de Manhattan en los sesenta, y luego conoció a bandas británicas como The Rolling Stones y The Beatles. Ella ejercía en ese momento de fotógrafa del movimiento Swinging London, que floreció en Londres en la década de los 60. Fue amor a primera vista.
Cuando terminó la actuación del cantante Georgie Fame, Paul convenció a Linda para acudir a otro local, el famoso Speakeasy , donde esa noche actuaban los Procol Harum. Tocaron ,naturalmente, su éxito “A Whiter Shade of Pale” que, desde aquella noche se convirtió en su canción favorita, la melodía cómplice durante los 31 años que permanecieron juntos.
DE RECEPCIONISTA A FOTÓGRAFA DE LOS STONES
Al día siguiente de aquella noche en Londres, Linda se presentó en casa de Brian Epstein, mánager de los Beatles, cuando éstos daban a conocer su nuevo álbum Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. Linda hizo fotos y también acorraló a Paul. Después, ella se marchó a Nueva York. Pero cuando Paul presentó allí la nueva idea de los Beatles, el sello Apple, ya quedaron para verse una vez más, pero en Londres. Paul quedó definitivamente atrapado por Linda.
Poco después la llamó para que se quedara en su casa de St. Johns Wood en Londres. Durante la Navidad de 1968, Paul le compró un anillo de diamantes de cien mil libras esterlinas y le propuso casarse con él. Desde aquel día durmieron siempre juntos excepto los ocho días que Paul pasó en una cárcel de Tokio por posesión de marihuana.
Cuando Linda y Paul se casaron, el 12 de marzo de 1969, ella estaba embarazada de su hija Maryland que, con el tiempo, llegaría a ser fotógrafa profesional como su madre. Dos años más tarde nacía Stella, futura diseñadora de moda, la más artista de la familia y con el mismo espíritu competitivo de su padre. El pequeño James nació en 1977 con grandes cualidades para la música. El único álbum que ha publicado es una pequeña joya, aunque aguantar la losa de ser hijo de Paul McCartney ha sido demasiado pesado para él.
Linda paso de recepcionista en la revista Town and Country, a ser una intrépida fotógrafa. Por ejemplo, había sido la única en capturar la instantánea de los Rolling Stones en el yate Sea Panther atracado en Nueva York. Linda fue también la primera mujer en publicar una fotografía en la portada de la revista Rolling Stone , mucho antes que lo hiciera Annie Leibovitz.
La foto de Linda era nada menos que la de Eric Clapton. En años sucesivos, también fotografió a Bob Dylan, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, Simon y Garfunkel, John Pero Linda también tuvo pronto que soportar la depresión de Paul tras el fin de los Beatles. Siempre le protegió como a un hijo. Paul le hizo tocar y cantar en Wings el grupo con el que McCartney trató de sustituir el vacío dejado por los Beatles.
Linda, por su parte, le introdujo en el mundo vegetariano y le convirtió en activista por los derechos de los animales. Linda fue una de las grandes dirigentes de People For The Ethical Treatment of Animals. Cuando murió en 1998 se creó el Linda Memorial Award, que todavía se sigue otorgando cada año.
Linda era maravillosa en las relaciones humanas. Comprensiva, humilde, sin querer discutir nunca con nadie, esposa entregada absolutamente a un genio como Paul McCartney. Fue esposa y madre antes que cualquier otra cosa. Ése era su empeño personal. Tenía pasión por los caballos y su lugar favorito en el mundo estaba en Tucson, Arizona (Estados Unidos), donde los McCartneys compraron un rancho. He compartido con Linda varias entrevistas a Paul, encuentros difíciles de olvidar. A comienzos de la aventura Wings conocí a Linda a la entrada de un teatro en Cardiff. Sucedió todo como si de una película surrealista se tratase.
Yo iba acompañado de Rafael Revert, inventor de los 40 Principales, y del entrañable Joaquín Luqui. el disc-jockey estaba tan nervioso que llevaba el paraguas abierto dentro del local. Eran ya la siete de la tarde, pero Paul nos saludó diciendo.”Good morning “. Linda le rectificó y dijo: “Paul es good eve- ning . Ya se ha hecho de noche”
POR KAMPUCHEA
Linda se río con nosotros. Ella siempre estuvo pendiente de Paul, en un segundo plano, y habitualmente con una sonrisa. Tengo otra anécdota deliciosa con Linda. Yo estaba en Londres cubriendo los Conciertos por Kampuchea, un festival benéfico organizado por Paul McCartney con la ayuda del secretario general de la ONU, Kurt Waldheim.
La idea del evento era de Linda y se trataba de conseguir dinero y alimentos para la tragedia que ocurrió en Camboya a finales de los 70. El 29 de diciembre, último día de los conciertos, los tabloides ingleses lanzaron el rumor de una posible reunión de los Beatles allí. Dado el carácter benéfico del acontecimiento, se creía que Paul había convencido a sus compañeros.
Pero jamás se presentaron: ni John Lennon, ni George Harrison, ni Ringo Starr. Recuerdo que me dieron una entrada excelente en el primer anfiteatro del Odeon Hammersmith. Antes de que saliera Elvis Costello como telonero, apareció Linda rodeada por un par de guardaespaldas. Se dirigió hacia mi localidad y me sonrió.
Pensé: ¿Que querrá de mí?. Nada, tan sólo quería colocar a su pequeña Heather (que no era hija de Paul), acompañada por una nanny, en el asiento de al lado. Heather tenía siete años y no paró de saltar durante todo el concierto de Wings.
LA DESGRACIA DE LINDA McCARTNEY
Desgraciadamente, cuando todo funcionaba mejor, a mitad de 1995, a Linda le diagnosticaron cáncer de pecho con complicaciones con el hígado. Menos de un año después dormía eternamente en su rancho de Tucson junto a una imagen del caballo Apaloosa, historia que Paul le contaba mientras ella se extinguía. Tenía sólo 56 años.
Ella quiso que sus cenizas fuesen esparcidas por su granja de Sussex. A su funeral en St. Martin acudieron Ringo Starr, George Harrison, Elton John y Peter Gabriel. En el año 2000 Paul creó el Linda McCartney Centre , una clínica especializada en cáncer de mama a la que ya ha donado más de tres millones de libras esterlinas.
En 2002, el Memorial Linda McCartney sufragó una estatua de bronce de Linda en el jardín de Capelbeltown, realizada por la sobrina de Paul, Jane Robbins.
Por aquellos años se realizó una película para la televisión The Linda McCartney Story en la que se narraba la ternura de una curiosa, intrépida y subyugante mu jer que siempre estuvo ahí para dar fuerza al que sea quizás el mayor genio de la música pop.
Mary, su hija fotógrafa, ha sido la pertinaz luchadora por preservar las trescientas mil fotos de su madre, entre las que se encuentra el tesoro de imágenes de los genios de la música de los años 60 que ella fotografió.
A veces se ha dicho que tanto Linda como Yoko fueron las inductoras del desmantelamiento de los Beatles. Yoko Ono apartó a John de Paul y del resto del grupo, riéndose incluso del autentico valor artístico de los Beatles a los que acusaba de ser excesivamente comerciales.
Linda opositó también al fin del grupo al imponerle a Paul que su padre, Lee Eastman, abogado de artistas, llevara los negocios de los Beatles. Ésa es la melodramática versión de los fans.
Pero la verdad tiene tantas aristas que es imposible decir que Yoko y Linda acabaron con los Beatles. Sería injusto. Paul me contó una teoría muy simple pero comprensible. Me llegó a decir:
“Hubo un momento en que los cuatro nos hicimos mayores, teníamos nuestras novias, ya no estábamos en la mili y no podíamos vernos y relacionarnos tan a menudo. Teníamos nuestros propios hogares”.
Confesión muy razonable.
A Linda nadie le discute su talento como fotógrafo, pero musicalmente ha sido siempre objeto de toda clase de improperios. Pocos meses después su muerte, Paul publicó el único álbum de música que hizo Linda, Wide Prairie . Paul hizo la campaña de promoción con un anuncio del single ,The Light Comes from Within , en el que recomendaba a los padres ser guías en todo aquello que podría ser moralmente corrupto para sus hijos.
En la letra Linda escribía: “Dices que soy muy simple, puedes llamarme paleta, pero eres jodidamente nadie, estúpido idiota”. La BBC prohibió la canción.