Las ambiciones de Microsoft en el mercado de la realidad mixta (la unión de la virtual con la aumentada) parece revivir de la mano del interés, nada más ni nada menos que del Ejército de Estados Unidos.
Sus lentes HoloLens, inicialmente lanzado en 2016 nunca llegó a tener el éxito esperado a nivel usuario ni colmó las expectativas en el ámbito empresarial, donde tuvo resultados igual de decepcionantes. Sin embargo, la milicia estadounidense comenzó a prestarle atención, a modo tal que de adoptar esta tecnología de forma definitiva podría marcar un hito para las aplicaciones militares.
Este último invertió más de 20.000 millones de dólares en su proyecto de modernización tecnológica, que busca proporcionar a sus soldados dispositivos de realidad mixta. Microsoft se asoció con el ejército estadounidense para hacer realidad este ambicioso objetivo, proporcionando prototipos de sus lentes inteligentes para que sean evaluados.
HoloLens y realidad mixta: la tecnología que utiliza el Ejército de EE.UU.
El proyecto, denominado IVAS (Integrated Visual Augmentation System), inicialmente se encontró con desafíos significativos. Más del 80% de los soldados que probaron las primeras versiones de las HoloLens experimentaron mareos y náuseas, lo que planteó dudas sobre su viabilidad.
Sin embargo, en lugar de dar por terminada la asociación, la Oficina de Prueba y Evaluación Operativa del Ejército sugirió trabajar en conjunto con Microsoft para mejorar el rendimiento de estos lentes.
Las mejoras solicitadas incluyeron la optimización de sensores para el desempeño nocturno, la claridad de la pantalla, el campo de visión y la confiabilidad de las funciones básicas.
En respuesta, Microsoft lanzó en julio la versión IVAS 1.2, una evolución de de sus lentes de realidad mixta diseñadas para uso militar. Veinte prototipos se distribuyeron entre dos escuadrones de soldados, quienes, después de pruebas exhaustivas, elogiaron su desempeño.
David Patterson, portavoz del Ejército, destacó que esta nueva versión abordó muchas de las preocupaciones previas, incluida la confiabilidad general y el rendimiento en condiciones de poca luz. Lo más importante, los problemas de mareos y náuseas se resolvieron por completo, según informó Patterson, citando los “comentarios positivos” de los soldados.
A pesar de este avance, el proyecto está lejos de concluir. Microsoft y el Gobierno de EE.UU. han firmado un nuevo acuerdo que estipula la entrega de dispositivos adicionales para una segunda ronda de pruebas intensivas programada entre abril y junio de 2025. En esta fase, Microsoft deberá proporcionar dispositivos de “preproducción” para demostrar su capacidad de producción en masa.
Si el proyecto sigue avanzando de acuerdo a lo planeado, el próximo paso será la implementación de estas gafas en diversas unidades de las Fuerzas Armadas. El Gobierno de EE. UU. planea invertir hasta 21.900 millones de dólares en la compra de aproximadamente 121.000 dispositivos, lo que incluirá soporte y repuestos.
Los HoloLens surgieron para intentar dominar el segmento poco explorado de la realidad mixta con un dispositivo desarrollado íntegramente por Microsoft. Se anunciaron por primera vez en enero de 2015 y, desde entonces, pasaron por varias iteraciones y versiones, siendo las más recientes las HoloLens 2.
Su principal diferencia con los cascos de realidad virtual más conocidos –Oculus o HTC Vive– está en la inmerción: HoloLens no logra sumergir por completo al usuario en un entorno virtual. En cambio, ofrecen una experiencia que combina elementos virtuales con el mundo real que te rodea. Esto se logra mediante la superposición de hologramas digitales en el campo de visión.
HoloLens en un dispositivo autónomo, lo que significa que no estar conectado a una computadora o consola para usarlas. Funcionan con un procesador personalizado de Microsoft llamado Unidad de Procesamiento de Unidad (HPU), que es responsable de rastrear la posición del usuario en el espacio y superponer hologramas en tiempo real.