A partir de la irrupción de ChatGPT, la inteligencia artificial (IA) se popularizó. Millones de personas la utilizan día a día, lo que causó un revuelo que hoy continúa. Es que la herramienta tiene la capacidad de ser interpretada fácilmente por cualquiera que tenga acceso a un celular o, mejor, a una PC.
Pero, en rigor, la IA se implementa en la vida cotidiana desde hace años. Los bancos y hasta los gobiernos municipales suman chats inteligentes, las plataformas de streaming tienen algoritmos que sugieren qué ver o escuchar, la agencia de turismo global Booking recientemente anunció un planificador de viajes basado en los gustos del usuario, y el etcétera es larguísimo. Lo nuevo es que ahora con ChatGPT, a la IA la puede utilizar cualquiera para lo que desea.
Las plataformas y servicios que incorporaron IA hace años lo hacen en base a alguna tecnología que corre por detrás. Y la de más alto perfil es Watson, de IBM, que es un sistema capaz de responder preguntas formuladas en lenguaje natural.
Las pruebas de Watson comenzaron hace casi 20 años, en 2006. Y ya en 2010, Watson derrotaba a los campeones de Jeopardy!, un concurso de televisión de preguntas y respuestas.
Apenas unos años después, con sólo 22 años, el español Armand Ruiz ingreso a IBM. De entrada se incorporó al equipo de Watson. Ingeniero electrónico egresado de la Universidad Politécnica de Barcelona, terminó sus estudios en Bélgica. Con 35 años, hoy vive en San Francisco con su pareja rusa y sus dos hijos, donde ejerce la dirección global de Watson. Estuvo en Argentina dando una charla para más de mil personas en el Centro de Convenciones Buenos Aires, en el marco del IBM Summit AR. Y se dio un tiempo para dialogar con Clarín.
– IBM es una de las “empresas fundadoras de la IA”. ¿Por qué entonces todo el mundo habla de ChatGPT?
– La respuesta es sencilla. Vos podés desarrollar IA con distintos lenguajes. Y OpenAI utiliza el lenguaje DLL para ChatGPT. Ese lenguaje lo puede utilizar sin problemas el usuario final. Nosotros nos enfocamos más en ofrecerle herramientas a empresas, para que desarrollen lo suyo, fuimos por otro lado.
De todos modos, agradecemos a OpenAI haber popularizado tanto la IA. Nos dio el marketing que habíamos intentado durante tanto tiempo. Ahora, en las empresas todos saben que deben incorporar IA. Ya no es sólo un tema del departamento técnico. Lo tienen en los directorios como una de sus prioridades. Todas las compañías están haciendo un piloto. Nosotros sí hemos tenido mucho éxito pero siempre en el ámbito empresarial.
– Desde que todos pueden utilizar IA surgieron los miedos. Estados Unidos ya quiere regular su uso.
– Si, es lógico. Nosotros tenemos reuniones constantes en Washington y Europa. Estamos en la mesa donde se piensan las regulaciones. Es que la IA puede automatizar procesos. Básicamente hacernos más productivos.
Por ejemplo nosotros trabajamos con el laboratorio Moderna para acelerar la creación de nuevos fármacos. Pero esas ventajas y acelaración se pueden usar para crear cosas negativas. ¿Qué pasaría si, en lugar de Moderna, otros crearían un virus? Sin ir más lejos, ya vemos que los ciberdelincuentes crean software para robar datos o dinero con IA.
– ¿Cómo funcionaría una IA regulada?
– Nosotros estamos dando nuestra opinion de como se puede desplegar, de un modo masivo, esta tecnología pero en un modo que se pueda confiar. Una de las cosas que se puede realizar es segmentar. Vos podés generar un chatbot de IA y mediante un prompt (generación de palabras que generan contenidos a través de un soft) le ordenás que no responda sobre ciertos temas.
Otra cosa interesante: si el modelo te da un dato generado por la IA, podés advertirle al usuario “Cuidado que la fuente que da este dato no está chequeada. No es confiable”.
– Sos el director responsable de Watson X, ¿qué diferencia hay entre esta nueva versión y el Watson a secas, el anterior?
– Watson X es un desarrollo que salió a la luz en mayo de este año. Y lo lanzamos porque los proyectos de IA antes eran bastantes complicados para ciertas empresas. Se requería mucho etiquetado manual de datos. Solo compañías muy avanzadas lo podían hacer. Con Watson X, basado en inteligencia artificial generativa, podés crear un modelo una vez y después le podés hacer adaptaciones según la necesidad de cada caso. Los podés adaptar con tus propios datos. Así creas nuevo contenido.
La gran mayoría de las empresas están trabajando con programas pilotos de IA. El año que viene vamos a ver una explosión de estos pilotos de inteligencia artificial por todas partes, que ya van a estar ya en producción. Y vamos a ver una transformación de todas las industrias. Por esta demanda nosotros estamos creando un equipo de más de mil ingenieros de inteligencia artificial.
Los empleos que desaparecerán
– ¿Cómo vamos a convivir con la IA?
– Hay que darle súper poderes a todos los empleados. Porque ya no habrá que trabajar en tareas repetitivas y todos tendrán más tiempo para crear.
Yo respondo mis mails con IA. Los leo y los respondo, pero no los respondo como antes sino de una manera más estructurada gracias a la IA. Me agiliza el responder más rápido con respuestas preestablecida. Es automatizar tareas. Ese es un ejemplo de mayor productividad que se va a extender a toda la producción.
– ¿Algunas tareas desaparecerán?
– No se si desaparecerán. Pero algunos puestos van a sufrir más, como las tareas repetitivas, por ejemplo el call center, que hoy los chatbot ya le estan quitando parte de sus funciones. Y las respuestas de esos chatbots van a ser más humanas.
La IA tendrá un impacto similar al de la revolución industrial. Va a haber una transición en los roles.
La humanidad hasta ahora a podido escalar la producción pero no el conocimiento. Con diversos sistemas se puede fabricar más algún producto, o más rápido. Pero ahora con la IA se va a escalar en conocimiento. Cada estudiante y los doctores, que están súper ocupados atendiendo a sus pacientes, podrán aumentar sus capacidades con IA generativa.