La canadiense Carly Rae Jepsen tiene una mente sumamente proactiva, y de ahí que le salgan canciones que, finalmente, no tienen cabida en los álbumes a las que estaban destinadas, y le guste jugar con lo de editar las caras b en discos que tienen entidad propia finalmente. Esto lo lleva haciendo desde que publicara E•MO•TION: Side B (2016), a los que se unieron Dedicated Side B (2020), y ahora este The Loveliest Time (Interscope Records, 2023) que vendrían a ser las outtakes del irregular The Loneliest Time editado el año pasado y que pasó sin pena ni gloria.
En las entrevistas promocionales que está concediendo en estos meses, la autora de “Call Me Baby” dice sentirse en un momento de su vida especialmente gratificante después del parón que supuso el confinamiento (lo pasó en California alejada de su familia), con ganas de volver a dar conciertos, y de sentir que ve la vida desde este renovado optimismo. Fruto de este estado anímico surgen estas canciones que, como se ha comentado más arriba, datan del mismo lote que las de su anterior trabajo, aunque la diferencia es que, tras dejarlas reposar durante un año debido a su gira de conciertos, se las ha reapropiado con otra perspectiva, esta vez repleta de vitalidad.
Jepsen se hace acompañar de viejos conocidos en la producción como Rostam y Patrik Berger entre otros para facturar un puñado de canciones excelentes que exploran temas recurrentes en la autora tales como el desengaño amoroso, el empoderamiento femenino, y las variables posibles para lidiar con el daño al que a uno es sometido o el que uno aflige. Temática cruda en muchas ocasiones, sin duda, pero que se transmutan en hits imparables para bailar como si no hubiera un mañana.
El single de adelanto es todo un lujo, “Shy Boy”, que es con méritos propios uno los mejores temas de su carrera a ritmo de música disco con bajos musculosos, y un estribillo infalible que remite a la mejor Kylie Minogue. En “Aeroplanes” hay ecos dub, ritmos crepitantes y oblicuos que enganchan a la primera acolchando unos versos que tratan del amor no correspondido desde la madurez que da la experiencia; en la espléndida “Kollage” -una de las preferidas de Carly– unas líneas de sintetizador envolventes y sensuales remiten a la grandilocuencia de Air. Más guiños afrancesados llegan con las reminiscencias innegables a Daft Punk en “Psychedelic Switch”, y “So Right” tiene las mismas hechuras que las canciones con ganchos inapelables de Robyn. La bola de espejos tiene a su reina de vuelta.
Escucha Carly Rae Jepsen – The Loveliest Time