El presidente ruso Vladimir Putin ordenó a su gobierno financiar la investigación en materia de inteligencia artificial (IA), según un documento del Kremlin publicado el jueves, en plena carrera con Occidente por el desarrollo de esta tecnología. La IA se puso en el punto de mira a finales del año pasado, cuando la aplicación estadounidense ChatGPT demostró su habilidad para entablar conversaciones casi humanas, incitando a Rusia a crear su propia tecnología.
Según el documento publicado tras una reunión gubernamental, Putin pidió al gobierno “implementar medidas” hasta el 2030 para apoyar la investigación de la IA, como “proporcionar una dotación anual del presupuesto federal”.
Esta investigación incluiría “optimizar algoritmos de aprendizaje automático” así como desarrollar “grandes modelos de lenguaje”, como el desarrollado por el ChatGPT de la compañía OpenAI.
También instó a las empresas estatales a acelerar la implementación de la IA y pidió al gobierno que apoye la creación de “supercomputadoras” ofreciendo beneficios a los fabricantes rusos.
Putin ha pedido reiteradamente que Rusia alcance lo que él denomina “soberanía tecnológica”, mientras las sanciones occidentales por el conflicto en Ucrania impiden a Moscú acceder a componentes informáticos como los semiconductores.
En abril, la mayor entidad bancaria rusa, Sber, anunció el lanzamiento de su propia aplicación de inteligencia artificial conversacional, llamada “Gigachat”, aunque solo en modo de prueba.
El éxito de ChatGPT provocó que inversores y empresas tecnológicas se interesasen en los proyectos de IA, como Google, que se apresuró a lanzar su propio chatbot.
La UNESCO pide regular IA en escuelas
La inteligencia artificial está en discusión en todo el mundo. La Unesco pidió esta semana a los gobiernos reglas sobre el uso en las escuelas de la inteligencia artificial, como el robot conversacional ChatGPT, especialmente para los alumnos más jóvenes.
En una guía publicada este jueves, la organización de la ONU para la educación considera que las autoridades públicas no están preparadas para manejar los problemas éticos que conlleva incluir programas de inteligencia artificial en los establecimientos escolares.
La guía sugiere a los gobiernos que definan una edad mínima de al menos 13 años para el uso de las IA en las escuelas. Por una ley estadounidense, ChatGPT ya fijó este límite a sus usuarios, pero “muchos analistas consideran que este límite es demasiado bajo y piden elevarlo a 16 años“, indicó el informe.
Remplazar profesores con estos programas podría afectar el bienestar emocional de los niños y hacerlos más vulnerables a la manipulación, advirtió el organismo con sede en París.Según la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, citada en un comunicado, la IA “puede ser una oportunidad increíble para el desarrollo humano, pero puede ser también fuente de daños”.
“No debe integrarse en la educación sin el compromiso del público y sin garantías y reglas gubernamentales sólidas”, añadió .
Los programas de IA accesibles al público en general se han multiplicado desde finales de 2022. Este crecimiento ha levantado temores sobre nuevas formas de plagio o trampa en las escuelas y universidades, sin por ello reducir el atractivo de un mercado educativo considerado potencialmente muy lucrativo.
Según la Unesco las herramientas de inteligencia artificial tienen el potencial de ayudar a los niños con necesidades educativas específicas, siempre que los maestros, usuarios e investigadores ayuden a diseñarlos y que los gobiernos regulen su uso.