Una vez liquidados The Band en 1978, su líder Robbie Robertson jamás quiso regresar a la nave nodriza. El grupo se reformó pero Robbie nunca quiso volver a participar.
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La banda actuó por última vez como quinteto el 1 de marzo de 1978, para el bis de tres canciones del espectáculo individual del bajista Rick Danko en el Roxy de Los Ángeles. Los compañeros de banda de Robertson, Danko, Levon Helm, Garth Hudson y Richard Manuel, comenzaron a actuar nuevamente como The Band en 1983, deliberadamente sin el cantante y guitarrista que era considerado el líder del grupo. La razón era simple y mutua.
Gary Graff de Ultimate Classic Rock ha recordado el momento en otoño de 1987, cuando lanzó su primer álbum en solitario homónimo:
“Simplemente no quería. Lo llamamos “El Último Vals”… y para mí eso fue todo. El final. Se acabó. Salir unos años después y decir: ‘Oye, era broma’ o ‘Hemos cambiado de opinión’, eso estaría mal, al menos para mí. Sería una trampa”.
Robertson pasó tiempo reflexionando sobre lo que quería hacer después de The Band. Primero exploró el mundo del cine de la mano de su amigo y director de “The Last Waltz”, Martin Scorsese, y en las bandas sonoras de “Toro Salvaje”, “El Color del Dinero”, “El Rey de la Comedia” y “Chuck Berry: Hail, Hail Rock ‘n’ Roll”.
“Quería experimentar en diferentes áreas y pasar un tiempo con mi familia. Quería volverme un poco, eh, normal… y estar en una banda es cualquier cosa menos normal”.
Le llevó una década publicar su primer álbum en solitario, el homónimo “Robbie Robertson” (1987).
En cualquier caso, resultaba que al menos uno de esos ex compañeros de banda no lo quería en The Band de todos modos.
“Dije: ‘No lo invitemos’”, escribió Levon Helm en sus memorias de 1993 “This Wheel’s on Fire”. En las entrevistas y en el libro, Helm expresó una animosidad considerable hacia Robertson, a quien sentía que se le retrataba injustamente como el cerebro de la banda y, a menudo, afirmaba que el guitarrista se había quedado con créditos compositivos que Helm sentía propios..
“Creo que Rick llamó a Robbie y falleció. Le dijo a Rick que cuando hicimos “The Last Waltz” tenía miedo de que la gente pensara que era uno de esos falsos retiros del mundo del espectáculo y que algún día volveríamos con el gran regreso, y simplemente no quería hacer eso”.
A pesar de la amargura de Helm, otros miembros de la banda expresaron su esperanza de que Robertson finalmente regresara al redil. “Estoy seguro de que se comerá esas palabras. Estoy seguro de que le llevará, pero creo que querrá volver a hacerlo en un tiempo”, dijo Danko en 1983.
Richard Manuel agregó que “todo el mundo tiene que volver a ver “The Last Waltz” y prestar atención. Nadie dijo siquiera que la banda se separaba. Robbie fue el único que dijo que había terminado con la carretera”.
Una banda sin Robertson fue vista en algunos sectores como inválida, pero Robertson no interfirió en la reanudación del grupo.
“La gente dice que podrían estropear lo que The Band hicieron como grupo, incluso que es un sacrilegio”, le dijo al biógrafo de The Band, Barney Hoskins.
“No creo que la gente deba escribir sobre eso de esa manera. Quiero decir, no estamos hablando de Matthew, Mark, Luke y John aquí. Son solo unos tipos en una banda de rock ‘n’ roll que lo echaban de menos ¿sabes? Espero que se lo pasen muy bien y no se queden despiertos hasta muy tarde”.
La reunión de la banda duraría hasta 1999, con tres nuevos álbumes (“Jericho”, 1993, “High On The Hog”, 1996 y “Jubilation”, 1998) y superando la muerte de Manuel en 1986 y Danko en 1999. Helm murió en 2012. Robertson contó su historia en el documental de 2019 “Once Were Brothers: Robbie Robertson and The Band”, y hasta 2021 expresó su tristeza por la acritud que Helm sentía hacia él.
“Eso fue muy triste. A Levon se le ocurrió la idea de que había secuestrado la narrativa de The Band y nunca lo superé”, dijo Robertson a UCR mientras promocionaba la reedición del álbum de The Band “Stage Fright” de 1970.
Robertson visitó a Levon Helm durante sus últimos días y finalmente dijo: “Levon fue probablemente el más constante de todos nosotros en el grupo en cuanto a que todas las noches salía y tocaba como loco y cantaba estas canciones que escribí para él”.
En alguna ocasión dijo que nadie, absolutamente nadie, podía cantar tan bien como Levon. Al menos sus propias composiciones. Y tenía razón, nadie mejor que Levon.
“Simplemente me dejaba boquiabierto todas las noches con la cantidad de música que había en su cuerpo y en su alma. Esas canciones también se han versionado mucho a lo largo de los años, y nadie las cantó tan bien como Levon. Me enorgulleció mucho poder hacer eso por Levon… sin importar lo que sintiera por mí”.
