El mítico fotógrafo documental David Arnoff trae a Madrid una antología visual imprescindible con su libro Disparos en la oscuridad (ed. Libros) acompañada de una exposición que ya puede visitarse en la capital. Es una oportunidad única de ver, en formato físico, el pulso de la primera escena punk californiana de finales de los 70 y principios de los 80 de la mano de un testigo esencial de aquella era.
Disparos en la oscuridad. Las fotografías de David Arnoff reúne 152 páginas de imágenes en blanco y negro, muchas de ellas inéditas o poco conocidas, donde conviven retratos posados y momentos intensos de conciertos o vida cotidiana. Liburuak, editorial con sede en el País Vasco, publica esta edición en formato medio, sobre papel de alta calidad, con el fin de lograr una experiencia visual tan contundente como las imágenes del fotógrafo.
El volumen documenta desde 1976 el quién es quién del punk, Los calambresRamones, Los Malditos, Blondie, Nick Cave, Buzzcocks, Patricia Smith, Chicos muertos, Johnny Truenos … entre otros gigantes del género. Las imágenes muestran no solo las bandas sobre el escenario, también a las fisuras detrás del mito, camerinos, sótanos, paseos nocturnos y momentos íntimos, esos instantes “oscuros” que pocas veces se registran.
Por otra parte, acompañando al libro, se ha abierto la exposición con copias en gran formato de algunas de las fotografías incluidas en él que permanece abierta desde ya hasta el 9 de noviembre con entrada libre y todas las imágenes que se exhiben están a la venta, permitiendo al visitante llevarse un fragmento tangible de aquella historia que muchos de nosotros hubiéramos querido vivir. La exposición estará en 12 Botellascalle Belén 7, Madrid. Es la primera gran muestra de David Arnoff en Madrid, y forma parte de un proyecto expositivo que ya ha recorrido museos y espacios en Las Vegas, Los Ángeles, Londres, Tokio, Berlín y París.
Fotógrafo autodidacta, se volcó en la escena punk de Los Ángeles cuando ésta apenas empezaba a germinar. Su cámara no buscaba el espectáculo glamuroso, más bien iba detrás del sudor, las miradas, los momentos escondidos y en ocasiones esos lugares que no suelen ser mostrados en la fotografía musical. Recordemos que fue el fotógrafo (en cierta medida) oficial de los primeros años de Los calambres y que, gracias a su compromiso inquebrantable con la independencia y el rock and roll, consiguió tal confianza con Interior de lujo y hiedra venenosaque sigue siendo el guardián del mayor archivo de fotos de la banda.
La exposición y el libro no son solo es un homenaje al punk como género, es – sobre todo – un testimonio histórico, una cápsula en el tiempo de cómo se vivió esa música y de cómo sobrevivió la cultura subterránea, cuando el resto del mundo parecía ajeno a lo que ocurría en aquellos garitos oscuros.