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Cuando los Beatles se cruzaron con el LSD, LA droga psicodélica y estimulante mental, el mundo no estaba del todo preparado para que los otrora formales y remilgados Fab Four abrieran sus mentes y cambiaran de actitud.
La droga se había convertido en un artículo de moda para fiestas a mediados de los sesentay cuando John Lennon y George Harrison dieron su primera dosis bajo la tutela del «Dentista Demonio» John Riley, Quien aparentemente los «drogó» durante una noche de fiesta en 1965, las cosas cambiaron para siempre.
Sería un punto de inflexión tanto para la banda más famosa del mundo como, por supuesto, para sus millones de fans.
Y decía Harrison:
«Consumir LSD fue como si alguien me catapultara al espacio».La experiencia con LSD fue la más grande que había tenido hasta entonces”.
Esta perspectiva expandiría su mente y le abriría las puertas a la composición. Una canción donde ambos se entrelazan de forma excepcional: la brillante «I, Me, Mine», que apareció finalmente en el álbum «Let it be». Y que , particularmente, no me gusta nada.
Escrita a finales de 1968, Harrison la llevó originalmente a los estudios Twickenham en enero de 1969 mientras el grupo filmaba el fallido proyecto original Let It Be , diciendo:
«Se llama ‘I, Me, Mine’. No me importa si no la quereis… Es un vals pesado».
Siempre con complejo de inferioridad , en relación con sus canciones.
Él y Ringo Starr escribieron algo muy crudo antes de invitar a Paul McCartney a unirse mientras el trío tocaba y Lennon y Yoko Ono bailaban sin parar.
Para cuando la canción se terminó en 1970, también lo hizo la banda, y la letra se sintió más auténtica que nunca. Por lo tanto, la canción sigue siendo una pieza clave para descifrar la desaparición de The Beatles; da la casualidad de que trata sobre el ego en aumento de los miembros de la banda.
Y escribió en «Me mine»
“De repente, miré a mi alrededor y todo lo que veía era relativo a mi egoComo ‘ese es mi papel’ y ‘esa es mi franela’ o ‘dámelo’ o ‘soy yo’. Me volvía loco, odiaba todo lo relacionado con mi ego; era un destello de todo lo falso e impermanente, lo cual me disgustaba”.
https://www.youtube.com/watch?v=4n3my6sv-i
Harrison, que nunca se dejaba dominar, añadió:
«Pero más tarde, aprendí de ello, a darme cuenta de que hay alguien más aquí, aparte del viejo charlatán. Quién soy, ‘Yo’, se convirtió en la orden del día. En fin, eso es lo que salió de ello: ‘Yo, Mí, Mío’».
La canción también contiene algunos de los consejos clave de Harrison para la vida:
«Hay que reconocer la verdad que habita en nosotros. Cuando te des cuenta de que todo lo que ves, haces, tocas y hueles no es real, entonces podrás saber qué es la realidad y responder a la pregunta: ‘¿Quién soy?’».
Su letra
:Durante todo el día:
Yo, mí, mío; yo, mí, mío; yo, mí, mío
Durante toda la noche:
Yo, mí, mío; yo, mí, mío; yo, mí, mío
Ahora tienen miedo de dejarlo
Todos lo están dejando
Viene fuerte todo el tiempo
Durante todo el día:
Yo, mí, mío
[Coro]
Yo-yo-mí-mí-mío-mío
Yo-yo-mí-mí-mío-mío
Yo-yo-mí-mí-mío-mío
Yo-yo-mí-mí-mío-mío
[Verso 2]
Todo lo que puedo escuchar:
Yo, mí, mío; yo, mí, mío; yo, mí, mío
Incluso esas lágrimas:
Yo, mí, mío; yo, mí, mío; yo, mí, mío
Nadie tiene miedo de tocarlo
Todo el mundo lo dice
Fluyendo más libremente que el vino
A lo largo de tu vida
Yo, mí, mío
La canción se consideró originalmente un simple relleno, que lo era. Como Harrison lo describe sucintamente en Beatles Anthology :
«’I, Me, Mine’ es el problema del ego. Hay dos ‘yo’: el ‘yo’ pequeño cuando la gente dice ‘Yo soy esto’, y el ‘yo’ grande, es decir, la dualidad y el ego. No hay nada que no forme parte del todo. Cuando el ‘yo’ pequeño se fusiona con el ‘yo’ grande, entonces sonríes de verdad».