El que fuera co-fundador de La cura, jajaja Tolhurst, vuelve a retomar su faceta de escritor varios años después de CURADO y nos presenta Gótico. Una Historia, un personal ensayo que nos acerca ese movimiento que nació en la literatura del siglo XVIII y terminó como ente subcultural de la música de finales de los 70 y principios de los 80, llegando hasta nuestros días.
Un libro que lejos de ahondar y conectar proyectos y bandas como hizo Cathi Unsworth en el completísimo Temporada de Brujas. El Libro del Rock Gótico (Contra), es una inmersión en el romanticimo que lo envuelve, sustentada en una serie de recuerdos personales que podrían servir de apéndice a esas primeras memorias. Un trabajo narrado desde la cercanía y la humildad, que combina sus vivencias junto a La cura o formaciones coetáneas como Siouxsie & the Banshees, Bauhaus, División de Joy y otros, con la parte menos sólida del relato, una especie de «guía básica» en la que se limita a enumerar a algunos protagonistas de ese gótico primigenio y actual que más de cuatro décadas después, se resiste a desaparecer.
Una especie de cajón de sastre de amena lectura que reivindica ese modo de vida, tanto en lo estético como en lo filosófico y que como decimos, encuentra sus mejores momentos cuando el protagonista se integra en sus páginas a través de sus propias historias, sus experiencias o sus encuentros personales con los diferentes músicos involucrados. La historia es cíclica, el mundo no es muy diferente al de los años del tatcherismo más restrictivo y movimientos que realzan el desolador panorama hacia lo oscuro, terminan imponiéndose como nihilistas actos de resistencia.
Ese gótico, que en ocasiones salpica los primeras años de La curapor mucho que sea un término siempre ha repudiado Robert Smithnos lleva a recordar la gestación de esa gloriosa trilogía formada por Diecisiete segundos (1980), Fe (1981) Y Pornografía (1982), donde conoceremos detalles íntimos e inéditos hasta ahora como que las letras de canciones como «Play For Today», «In Your House» o «All Cats Are Grey» son autoría del propio Tolhurst, quien lo justifica así: «no creo que esté revelando ningún secreto; se trata de reivindicar mi pasado».
La influencia de mitos anteriores como Alice Cooper, Nico O Las puertas (a quienes se les puso la etiqueta por primera vez en los años 60); sus aventuras en giras y camerinos con otros grupos de su generación; su coincidencia con Andy Fletcher de Modo Depeche en una clínica de desintoxicación, aparte de otros capítulos a destacar como su amor por Cocteau gemelos Y Elizabeth Fraser (con quien coincidió en un disco como Entresuelo de Ataque masivo por obra y gracia de los samplers) o entrevistas con ilustres como David J O Wayne Hussey, completan una obra que seguro atrapará a los amantes del género, aunque también servirá como aproximación a quienes sean ajenos.
Volviendo a La cura, Robert Smith afirmó en Piedra rodante hace unos años: «No considero a The Cure una banda gótica. Nunca la he considerado. Inevitablemente, creo que tuvimos algún tipo de influencia en esos primeros grupos. ‘Cold’ de Pornography suena gótica, en la medida en que se puede decir que tiene ese sonido particular. Soy consciente de que participamos en ello, y creo que formamos parte de la historia del gótico, sin duda, pero como una nota al pie. Yo hacía ‘Let’s Go to Bed’ cuando empezó el gótico. Habíamos hecho Pornography y «Hanging Garden», y sí, tienen una estética, una especie de onda y una atmósfera. ¿Pero fuimos parte del gótico? Desde luego que no».
Posteriormente llegarían La parte superior (1984), La cabeza en la puerta (1985), Bésame, bésame, bésame (1987) y canciones como «The Caterpillar», «In Between Days», «Close To Me» o «Why Can’t I Be You?» aún con la participación activa de Lol tolhurst. ¿Evolucionaría junto a sus compañeros con la conciencia de gótico o esa entrega a la subcultura llegó a posteriori? Juzguen ustedes.
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