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Gary Glitter se ha declarado en bancarrota tras no pagar más de 500.000 libras a una víctima por la que fue condenado por abusar sexualmente de ella cuando sólo tenía 12 años.
Glitter fue parte del glam rock en los años 70 y líder del «glitter rock», ese que influyó tanto en gente como Adam y las hormigas Y La liga humana, y defendido artísticamente por John Lydon, el de enormes éxitos en el Reino Unido como «Rock and Roll pt. 2 »,« Soy el líder de la pandilla » O «Hola, estoy de vuelta de nuevo».
El rockero glam caído en desgracia (cuyo nombre real es Paul Gadd) fue condenado en 2015 por abusar de la mujer entre 1975 y 1980, así como de otros dos jóvenes, y el año pasado se le ordenó pagar a la víctima una indemnización por daños y perjuicios de 508.800 libras.
La suma también incluía 381.000 libras en concepto de lucro cesante y 7.800 libras para terapia y tratamiento futuros.
Richard Scorer, jefe de derecho de abuso de Slater y Gordon, el bufete que representa a la mujer, confirmó que Gadd, de 80 años, se había declarado en bancarrota, añadiendo que se había negado a cooperar y que «continúa tratando a sus víctimas con desprecio»según informa Noticias de la BBC.
En un comunicado, añadió: «Esperamos y confiamos en que la junta de libertad condicional tenga en cuenta su comportamiento en futuras solicitudes de libertad condicional, ya que demuestra claramente que nunca ha cambiado, no muestra remordimientos y sigue representando un grave riesgo para la sociedad».


Gadd fue condenado a 16 años de prisión tras su condena en 2015 y fue puesto en libertad en febrero de 2023 tras cumplir la mitad de su condena.
Seis semanas después, regresó a prisión tras descubrirse que había incumplido las condiciones de su licencia al supuestamente ver imágenes descargadas de niños.
En la audiencia original, el Tribunal Superior supo que la mujer había estado incapacitada para trabajar durante décadas debido al abuso y que había sufrido secuelas mentales de por vida.
La jueza Tiples dictaminó entonces que estaba convencida de que la mujer no había podido encontrar «ningún empleo significativo a lo largo de su vida» como consecuencia de ello, y le concedió una indemnización por daños y perjuicios por la compleja terapia y tratamiento psicológico, así como por la pérdida de ingresos.
En su fallo, la jueza también declaró que Gadd no había reconocido la demanda de indemnización presentada en su contra, lo que significa que perdió el caso por incomparecencia.
La condena de Gadd por las condenas de 2015 expirará en febrero de 2031.