Zona de interés fue la película más radical que se haya visto en la competencia de la última edición del Festival de Cannes, con el Holocausto mostrado de una manera diferente.
Puede que uno tarde en descubrir el alambre de púas enrollado en la parte superior de esa alejada pared del jardín. También, el humo de las chimeneas no es tan claro.
Es que la familia del comandante nazi Rudolf Höss vive en una mansión pegada a Auschwitz, y se ven el humo de la chimenea donde incineran los cuerpos asesinados, o el de las locomotoras de los trenes que traen a los deportados hasta ese complejo de la Polonia ocupada, el mayor centro de exterminio del Tercer Reich.
La película, que aspira a 5 premios Oscar, incluyendo mejor película y dirección, es obra del director Jonathan Glazer, el inglés que hace 23 años sorprendió con La bestia salvaje, y que ahora habla de otros humanos con comportamiento animal.
Ya durante los créditos iniciales todo resulta perturbador. Hay música y sonidos extraños y cuesta definir qué es lo que se ve en la pantalla. Luego sí, el comandante de Auschwitz, Rudolf Höss, y su esposa viven con sus hijos en una suerte de pequeña mansión… pegada al campo de concentración.
Glazer cuenta con pasmosa sencillez la vida de ese matrimonio y la crianza de sus cinco hijos, que mientras están en el jardín ven distintos tipos de humo.
Los niños juegan, y escuchan desesperados pedidos de auxilio, gritos de oficiales que ordenan ejecuciones. La película, al centrarse en el matrimonio, también habla de egoísmos, de irresponsabilidades y de una fría posición ante la muerte.
Pero Zona de interés -Glazer adoptó de manera muy libre el libro de su compatriota Martin Amis, quien falleció pegado a la première de la película en Cannes- nunca muestra alguna forma de violencia explícita.
Glazer jamás pondrá su cámara por encima del muro de concreto que separa a la familia del campo de exterminio.
Momento de tensión
El único momento de tensión se da cuando Hedwig, la esposa del comandante, regaña a una criada por un charco de agua en el suelo.
El Holocausto es un asunto difícil de abordar, y se lo ha hecho de las maneras más disímiles, desde La vida es bella, de y con Roberto Benigni, a El niño con el piyamas a rayas, que de cierta manera “negaban” a alguno de los protagonistas el horror que los circundaba en los campos de concentración.
¿Será un guiño a la chica del abrigo rojo de La lista de Schindler la escena en la que un se ve con imágenes térmicas a un niño, que roba comida y la deja a los judíos?
Aquí no se lo desautoriza, y el mal que sí se percibe no tiene lugar a equívocos o dudas. Rudolf y Hedwig convirtieron esa casa en un hogar idílico. Christian Friedel y Sandra Hüller (candidata al Oscar, pero por Anatomía de una caída) parecen un matrimonio perfecto. Dilucidar que sucede puertas adentro es la cuestión.
Reino Unido / Estados Unidos / Polonia, 2023. Título original: “The Zone of Interest”. 104’, SAM 13. De: Jonathan Glazer. Con: Christian Friedel, Sandra Hüller, Johann Karthaus, Max Beck. Salas: Hoyts Abasto y Unicenter, Cinemark Palermo, Cinépolis Recoleta, Showcase Belgrano, Norcenter y Haedo.