El desgaste que están teniendo las películas de Marvel hace mella hasta en un filme de Sony, en la que Marvel participa parcialmente. Ni Dakota Johnson, la hija de Don Johnson y Melanie Griffith, ni Sydney Sweeney, de Euphoria y en el actual éxito en los cines de Con todos menos contigo, logran salvar del desastre a Madame Web.
Ni escena postcrédito incluyeron.
Estamos en Nueva York, y no aparece Peter Parker, pero sí otro Parker (Ben, que era el tío). Si esto da para una secuela, o para integrar a estos personajes al multiverso arácnido, dependerá de cómo le vaya con el público.
Como ya hizo con Morbius y Venom, Sony apela a individuos no demasiado protagonistas en los cómics de Marvel. Los dos mencionados y Madame Web son como personajes marginales.
Pero algo ha cambiado. Si en el original Madame Web era una anciana ciega que se movía en silla de ruedas y contaba con extraños poderes psíquicos, ahora es la joven actriz de Cincuenta sombras de Grey, es paramédica y conduce una ambulancia.
Cassie (por Cassandra) que experimenta visiones de cosas terribles, que están a punto de suceder, pero, y cuando hay un pero, hay esperanzas, con suficiente antelación para prevenirlas.
Y si entre sus habilidades se cuenta que puede “estar en más de un lugar al mismo tiempo”, la pregunta es ¿cómo adquirió esos poderes?
Todo arranca como en Los cazadores del arca perdida, en algún lugar perdido de la selva amazónica, en Perú. No hay indios, pero Constance (Kerry Bishé) no busca otra cosa que una araña que tendría propiedades curativas. No es fácil encontrarla. Y la científica, con un embarazo de ocho meses, descree de ese mito de que por allí habitan Las Arañas, “hombres araña que corren por las copas de los árboles”. El que no cree, no sabe lo que se pierde.
Todo esto es el arranque, y termina mal. Traicionada por un miembro de la expedición, Ezekiel Sims (Tahar Rahim, con un parecido tan grande a Nico Del Caño, que no pude dejar de pensar en el diputado de izquierda en toda la proyección, cada vez que aparecía), que quiere a la arañita, pero con otros fines menos benévolos, Constance es asesinada por Ezequiel allí, en medio de la jungla, no sin antes ser picada por una araña.
Antes de morir, Las Arañas -que como las brujas, no existen, pero que los hay, los hay- la llevan a parir al agua.
Y las acciones se trasladan a un futuro, que en verdad es un pasado actual, porque transcurre en Nueva York, en 2003. Constance le ha transmitido los poderes de la arañita a Cassie, su hija, que ahora tiene 30 años. ¿Cómo se le despiertan las premoniciones y poderes? Tiene un accidente y muere -por unos instantes, eh, porque la película tiene que seguir- y cuando despierta, al rato nomás, ya vislumbra lo que va a pasar en un futuro inmediato.
Premoniciones
Partiendo de que las premoniciones son del tipo de la saga de Destino final, pero con menos morbo porque hay que arrear chicos a los cines, el hecho de que sea como un deja vu reiterativo hasta hace pensar en Hechizo del tiempo, El día de la marmota.
Pero aquí hablamos de otro tipo de marmota.
Madame Web falla donde una película de superhéroes, o al menos de acción, no puede errar. El guion no va más allá de la persecución de Ezequiel a las tres adolescentes con las que él tiene pesadillas recurrentes, en las que lo matan a futuro: Julia Cornwall (Sydney Sweeney), Anya Corazon (Isabela Merced) y Mattie Franklin (Celeste O’Connor), pero la acción es más bien escasa y los efectos… Si se quejaban de los de Ant-Man…
Acción. Estados Unidos, 2024. 117′, SAM 13. De: S.J. Clarkson. Con: Dakota Johnson, Sydney Sweeney, Tahar Rahim. Salas: IMAX, Cinemark Palermo, Hoyts Dot, Cinépolis Recoleta y Houssay, Showcase Belgrano.