
Elon Musk volvió a proyectar un futuro dominado por la inteligencia artificial y la robótica, en el que “el trabajo será opcional”, la pobreza se eliminará y el dinero dejará de tener relevancia.
El empresario expuso estas ideas días atrás, durante una charla en el foro de inversiones EEUU–Arabia Saudita, realizado en el Kennedy Center de Washington, donde compartió escenario con el ministro saudí Abdullah Alswaha y el CEO de Nvidia, Jensen Huang.
Musk aseguró que, si la evolución tecnológica mantiene su ritmo, la humanidad ingresará en una etapa de “abundancia”. Según explicó, la automatización será capaz de cubrir todas las necesidades materiales y hará innecesario trabajar para subsistir.
“Mi pronóstico es que el trabajo será opcional”, dijo, y estimó que ese escenario podría concretarse “en unos 10 o 20 años”. La respuesta del público fue un aplauso inmediato.
Para ilustrar su idea, comparó el trabajo del futuro con cultivar verduras por gusto personal. “Es mucho más difícil cultivar verduras en el jardín”, señaló. “Pero algunas personas todavía lo hacen porque les gusta hacerlo. Así será el trabajo: opcional”.
En la misma línea, sostuvo que los robots humanoides —como Optimus, el proyecto que impulsa en Tesla— tendrán un rol decisivo en la erradicación de la pobreza. “La IA y los robots humanoides eliminarán la pobreza”, afirmó. Y añadió que no será una exclusividad de Tesla: “Creo que Tesla va a ser pionera, pero habrá muchas empresas que fabricarán robots humanoides”.
Musk llevó su predicción más lejos y planteó que, en una sociedad organizada en torno a la producción automatizada, “el dinero no existirá”. Dijo que ese horizonte coincide con la utopía tecnológica que describe Iain Banks en la serie de libros Culture, una referencia habitual en sus intervenciones públicas. “El dinero dejará de ser relevante en algún momento en el futuro”, remarcó.
A su lado, Jensen Huang escuchó en silencio y luego respondió con incomodidad y humor. Cuando el moderador le pidió su opinión, bromeó: “Y ya que la moneda es irrelevante…”.
La audiencia volvió a reír. Minutos después, Huang retomó la seriedad y marcó distancia respecto de las predicciones de Musk. Recordó que, a diferencia de quienes imaginan un mundo sin empleo, él sostiene que la IA hará que la gente esté “más ocupada”, no menos.
El CEO de Nvidia ya había manifestado esa postura meses atrás, cuando afirmó que la automatización incrementará la productividad y permitirá abordar más proyectos, no reducir la carga laboral. En Washington repitió la idea.
“Es mi impresión que Elon va a estar más ocupado como resultado de la IA. Yo voy a estar más ocupado como resultado de la IA”, dijo. Para Huang, la facilidad para ejecutar tareas aumentará la cantidad de ideas por concretar: “Si somos más productivos, podremos llegar a esas cosas más rápido”.
Entre chistes y diferencias, Huang también pidió que Musk lo mantenga informado si se acerca ese momento en el que el dinero ya no importa. Musk respondió: “Lo vas a ver venir”.
El cierre del panel dejó una imagen que contrastó con la visión futurista del fundador de Tesla. El moderador señaló que, a continuación, hablarían el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman y el presidente estadounidense Donald Trump, a quienes describió como “mis jefes y los jefes de ustedes”.
Ninguno de los empresarios objetó esa frase. Y el comentario funcionó como recordatorio del presente: líderes políticos que no tienen planes de promover un mundo donde la gente pueda dejar de trabajar y recibir ingresos sin condiciones.
Las proyecciones de Musk se apoyan en una larga tradición de futurismo tecnológico del siglo XX, pero la discusión volvió a mostrar la distancia entre los escenarios imaginados y las estructuras económicas actuales.
Mientras Musk insiste en un porvenir de ocio garantizado por robots, sus críticos señalan que ningún avance técnico explica cómo se distribuiría esa riqueza ni quién financiaría a una población sin empleo. Las respuestas, por ahora, no aparecieron en Washington.