¿Existe la perfección? Los que respondan a la pregunta con un rotundo “no”, quizás deberían preguntar a un señor inglés llamado Andy Platt y a un señor norteamericano llamado Shawn Leeo lo que es lo mismo, Zorro plateado joven. Lo que hacen es tan, tan perfecto, que podría llegar incluso a irritar, si no fuera porque es, a la vez, tan bello, y hecho de una forma tan orgánica, que es imposible que cualquiera que se les ponga por delante, sobre todo cuando están sobre un escenario, no caiga a sus pies.

Todo empezó hace diez años. Justo hace diez años. Se cumplían, precisamente, el mismo día del concierto del que vamos a hablar, que tuvo lugar en la Sala 16 Toneladas de València, ciudad que, al igual que Madrid, era la primera vez que recibía al dúo en sus escenarios. Todo un acontecimiento para los no pocos aficionados a esta mezcla de sonidos propios de la FM norteamericana de los 1970’s, al sonido Philadelphia, al discoteca temprana o al alma suavegéneros todos ellos que estos dos verdaderos titanes aman profundamente y precisamente por ello, al descubrir que tenían eso en común, decidieron abordar este proyecto.
Un proyecto que, tal como contaban en la entrevista que publicó Musical hace poco, empezó como un divertimento entre las numerosas otras facetas de cada uno (andy como líder de Arma de mamá, Shawn con su carrera en solitario, y ambos como productores, músicos y compositores para otros artistas), pero ahora ha pasado a ser ocupación principal, dado el éxito que ha tenido esa recuperación tan fiel, pero a la vez tan personal, de toda aquella música que Hermanos Doobie, Dan acero, Salón y Oates oh Tierra, viento y fuego. destilaron en su época dorada.

Y no, no se trata de un asunto de nostalgia: uno no tiene la impresión al asistir a uno de sus conciertos y cerrar los ojos de transportarse a 1975 (tal como reza una de las canciones del dúo), ni nada por el estilo. Todo lo contrario: esto sucede aquí y ahora. En València, en una sala lo suficientemente llena, pese a las malditas contra-programaciones, como para recibir como era debido a un dúo que está llenando recintos de considerable aforo allá donde van, si hablamos de otros lugares en Europa, o en América, desde donde precisamente habían aterrizado el día anterior, para actuar en una Barcelona que abarrotó la Sala La Naude Pueblo Nuevo.
Pese a no registrarse un agotadopuede considerarse un éxito la apuesta. Abundante y expectante público, que disfrutó de lo lindo con un warm-up musical tan adecuado como excelente, a cargo del dj Félix Portalés. De modo que nuestros protagonistas aparecieron a un ambiente bien caldeado con puntualidad y entre una gran ovación, que vino motivada además por el anuncio del décimo aniversario de su primer disco, Costa del extremo oesteun pequeño-gran clásico que les puso en este camino y que, por tanto, motivó que esta fuera una noche más especial de lo habitual.

La sensación que uno tiene cuando esta gente –Shawn a la guitarra y coros, andy al teclado y voz, página de dave al bajo y voz y Ade Meehanbatería- empieza con lo suyo, es de ascender al cielo. Todo suena en alta fidelidad. Sobre todo, cuando una sala tan bien sonorizada como 16 toneladasacompaña a unos músicos de semejante talla.
El inicio fue sensual, con “Winners”, de su disco Billete a Shangri-Laresponsabilizándose de elevar un poco más el punto de ebullición de la sala, algo que la siempre imprescindible “Kids” y la funky “Rolling back” se encargaron de ir subiendo poco a poco. Sin embargo, la cosa empezó a despegar realmente con un “Burning daylight” que se está convirtiendo en todo un buque insignia del dúo y que supuso el momento en que la esencial comunión músico-público llegó a su momentoideal. A partir de ahí, todo para arriba, sin caer un sólo segundo.

La banda demuestra una complicidad que sólo alcanzan músicos que llevan libradas muchas batallas juntos. Aunque los discos los piensan y los graban solos en el estudio andy y Shawnlos otros dos miembros son esenciales para plasmar todas esas ideas en el directo de una forma orgánica, sensual, totalmente abrumadora. Y, por tanto, así de tremendas, de catedralicias, suenan tanto las selecciones de su último disco “Late night last train”, “Born to dream”, “Pleasure”, o, por supuesto,“Greatest loser”, compuesta especialmente para David Cameron y su Brexittal como comentó andy; como también lo hacen las pretéritas: “Baby girl” suena tan emotiva como debe, teniendo en cuenta que está compuesta para la hija del líder de Mamas Gun, y, sobre todo, “You can feel it”, el primer single que editó el dúo y que justo esta noche cumplía una década, fue momento cumbre de la noche en una interpretación acústica del dúo a solas que quitó el sentido.
Y con algo así parecía que no había lugar para superarse, pero lo hicieron, vaya si lo hicieron, a través de más rendiciones, tan exactas como sentidas, de un cancionero que no conoce el agotamiento: “Mojo rising”, “Underdog”, “Lenny”… una sucesión de hits infalibles que culmina con la gloriosa “Stevie and Sly”, dedicada a la música soul y sus grandes ídolos, y la bailonga “Tip of the flame”, que precedieron al impresionante bis con la lenta, pero enormemente sensual “Long way back”, con una interpretación vocal de Andy (qué voz!) de absoluto infarto y, claro, un “Kinsgton boogie” que certificó la conquista. Una conquista gloriosa, la conquista de un público que no será, eso segurísimo, la última vez que quiera ver a esta maravilla llamada Zorro plateado joven. De hecho, apuesto a que cualquiera de los presentes los volvería a ver mañana mismo. Así que andy, Shawnno os hagáis esperar demasiado, por favor.
Fotos Young Gun Silver Fox: Juanjo Frontera