El pasado jueves 23 de octubre tuvimos la oportunidad de asistir a uno de los conciertos más especiales que Los Punsetes han podido dar en sus casi veinte años de trayectoria sobre los escenarios. La mítica banda organizó como parte del ciclo de conciertos del 25º aniversario del Ochoymedio un único concierto en la sala pero de Madrid tocando íntegramente y en orden su cuarto disco, LPIV (2014).
De principio a fin, no había ninguna canción que dejase al público indiferente. Evidentemente, la locura se desató especialmente durante esas ya convertidas en himnos, que es difícil que alguien no conozca: es el caso de «Opinión de mierda» o «Arsenal de Excusas», durante las cuales hubo momentos en los que apenas se podía distinguir la voz de Ariadnay el sonido principal de la sala no era otro que las voces de todos los asistentes coreando al unísono frases como: “tengo listo un arsenal de excusas” con cada vez más fuerza según avanzaba la canción.
Pero no sólo estos hits fueron los que revolucionaron al público. Canciones como «Museo de Historia Natural», «Amanece más temprano» o «Falso Documental», que son menos conocidos y están menos presentes en sus giras actuales, sonaron con toda la fuerza.
Tras el cierre con «Nit de l’Alba», el quinteto abandonó el escenario. Pero sabíamos de sobra que ese no era el final —principalmente porque ellos mismos aclararon en redes que tocarían otras canciones fuera del disco— y así nos encontramos con sorpresas como «Alférez Provisional» o «Tráfico de órganos de Iglesia», ambos de Una montaña es una montaña (2012).
Por supuesto, escuchamos también las canciones más míticas del grupo, como puede ser «Maricas», «Tu puto grupo», «Tus amigos», «¡Viva!», o «Mabuse»; entre muchísimas otras tantas.
Sonaron también temas más nuevos, como es el caso de «Madrid me ataca» o «Un palacio con mis huesos». También visitaron AFDTRQHOT (2022) y Aniquilación (2019), del que escogieron «Una persona sospechosa» para poner fin al concierto, entre ruidosos vítores.
Cabe mencionar la importancia de Ariadna en Los Punsetes. Si bien no escribe las letras, pone voz a cada canción, dándole ese toque único que tanto les caracteriza, y por supuesto sumándole ese “personaje escénico” que hace del concierto una experiencia un tanto bizarra. Constantes cambios de vestuario por parte de la vocalista y diseñadora, cada cual más estrambótico que el anterior; adornan una figura que se queda parada frente al micrófono y mira fijamente al mismo punto sin hacer siquiera una mueca ni mover un dedo. Así es en sus conciertos. Y romper ese personaje rompería con toda la estética del grupo. Tranquilos, que eso no pasó. Pero pudimos ver cómo esbozaba una pequeña sonrisa, una mueca de felicidad, al ver a un público tan dedicado.
Esa pequeña sonrisa de Ariadna nos hizo darnos cuenta de que estábamos viviendo un momento precioso, y que este concierto era de los más especiales que había dado nunca la banda. Así se despidió de la But: “muchas gracias Madrid, buenas noches, qué valor tenéis”.
Pocos grupos se pueden permitir hacer este tipo de conciertos. Recientemente hemos visto a bandas como Triángulo de Amor Bizarro, Mujeres oh Los Planetas — más o menos todas coetáneas — siguiendo este tipo de tendencias. Y es que, al igual que los discos tributo — algo que también han estilado casi todas estas bandas —, has de ganarte primero el apelativo de “grupo mítico” para poder llevarlo a cabo con éxito.
Foto Los Punsetes: Amanda D. Marcos