Algunos músicos llevan encima más que talento: cargan con historias que atraviesan reinvenciones constantes. Ese es el caso de Elsten Torresun nombre imprescindible para entender la evolución del rock latino hecho en Estados Unidos.
Nació en La Habana en 1965, pero con apenas año y medio fue llevado por su madre junto a su hermano a Nueva York, donde creció en una casa cargada de influencia cubana mientras afuera lo esperaba una ciudad musicalmente infinita. Su padre quedó prisionero político en Cuba, y la ausencia marcó los primeros años de una vida que, aunque lejos de la isla, nunca perdió la raíz.
En los noventa, Elsten Torres se instaló en Florida y creó Fulano de Taluna banda clave en el boom del crossover latino. Fueron los primeros en firmar con una importante (BMG) en Estados Unidos y sentaron las bases para una escena que aún hoy les debe mucho. Mientras tanto, Elsten también brillaba como compositor y ponía su firma en canciones para artistas como Antonio Carmona y muchos más.
Tras la disolución de Fulano de Talsiguió su camino en solitario como Entonces -y -Soy luego con su nombre real. Recibió dos nominaciones al GRAMMY, ganó premios BMI, tuvo varios hits en Billboard y colaboró con Elvis Costello en la traducción del mítico El modelo de este año al español. Su carrera, lejos de apagarse, sigue creciendo. Y este año volverá con Viceversasu 14º disco, cargado de reggae, soul y mensajes urgentes.
Charlamos con Elsten Torres sobre sus orígenes, su historia con Fulano de Talsus éxitos como compositor y su nueva etapa creativa.
Este álbum de siete canciones refleja mi visión actual del mundo y mi estado emocional
Naciste en Cuba pero te criaste en Nueva York. ¿De qué manera ha influido esta combinación de culturas en tu lenguaje artístico?
La verdad es que siempre digo que soy de Nueva York, pero criado en una casa muy cubana en plena Gran Manzana. Gracias a mi madre, crecimos con las costumbres de nuestro país natal: la comida, la música, la manera de hablar… En general, siempre me he sentido muy cubano, aun sin haberme criado en la isla. Y claro, al ser músico, vivir en Nueva York —con esa mezcla increíble de arte y culturas— me permitió encontrar una voz artística muy particular. Fue una combinación entre la música que sonaba en casa —la de mi madre y mis tíos— y la que escuchaba en la calle con mis amigos: el rock y el pop de mi época.
En los años 90, Fulano de Tal fue un grupo pionero dentro del circuito latino de los Estados Unidos al haber sido los primeros en firmar con una importante. ¿Crees que el grupo le abrió puertas a muchos otros artistas latinos dentro de la escena del rock/pop?
Mi banda Fulano de Tal nació en un momento clave para la industria musical: el famoso crossover latino de los años 90. Todos los integrantes éramos, por así decirlo, «gringos» —norteamericanos criados en Estados Unidos— haciendo un rock con una base musical más anglo, pero con letras en español. Nuestro sonido realmente no se parecía al de ninguna otra banda de rock en español de esa época. Siempre he estado convencido de que fuimos una de las bandas pioneras de ese movimiento, por nuestra propuesta tan distinta, tanto en sonido como en actitud. De hecho, fuimos la primera banda de rock latino en firmar con un sello multinacional (BMG/RCA) en los Estados Unidos.
¿Te habría gustado grabar más discos con Fulano de Tal? ¿Qué lo impidió?
Sí, claro… Fulano de Tal fue una banda muy especial. Todos nos llevábamos súper bien, la verdad, como hermanos. Pero como siempre dicen, todo tiene su principio y su final. Cuando Shakira llegó a Miami en los 90, fue a través de nuestro amigo, el gran productor e ingeniero Sebastián Krys, que surgió una conexión. Brendan Buckley (batería) y Julián Adam Zimmon (guitarra eléctrica), ambos de mi banda, fueron a grabar con ella en los estudios de Emilio Estefan. Les fue tan bien que, después de varias sesiones y algunas presentaciones en vivo, Shakira los invitó a unirse oficialmente a su equipo. Al recibir esa invitación, decidieron aprovechar la oportunidad —sin saber que sería algo a largo plazo.
Lo bonito de todo esto es que, hasta el día de hoy, sigo colaborando con Brendan y, de una forma u otra, también con los demás miembros de la banda. Con Brendan, de hecho, produjimos juntos dos discos después de Fulano: Individual, que fue nominado al GRAMMY como Mejor Álbum Pop Latino, y Waiting for Clouds, que incluye la canción «Closer Tonight» —una de las más exitosas de mi carrera y también grabada por David Bisbal.
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A lo largo de tu carrera has compuesto canciones que fueron popularizadas por artistas como Alejandra Guzmán, Luis Fonsi o, como acabas de comentar, David Bisbal. ¿Por qué crees que tus canciones conectan tan bien con el mainstream?
La verdad, no sabría decirte exactamente por qué algunas de mis canciones han logrado llegar al mainstream del mundo de la música latina. Lo que sí sé es que me siento muy afortunado de haber encontrado mi onda, mi voz como compositor, y de haber alcanzado con algunos temas un nivel que nunca imaginé. Un chico como yo —nacido en Cuba, criado en Nueva York, que en su momento casi pierde la fluidez para expresarse en castellano— no es precisamente una historia común. Pero siempre tuve algo a mi favor: un gran gusto musical. Crecí escuchando a los Beatles, Paul Simon, Benny Moré, Buena Vista Social Club, Elvis Presley, Bob Marley, Juan Luis Guerra… en fin, pura buena música y tremendos maestros. De ellos aprendí, los estudié, y poco a poco fui descifrando el arte de escribir una buena canción: con melodía, con intención, y con una letra que diga algo de verdad.
También has dado forma a una extensa trayectoria solista. ¿Qué puedes contar del nuevo álbum en el que estás trabajando?
La intención y el concepto original de Vice Versa nacieron como un proyecto entre amigos —Elsten, Raúl Ramírez y Emil Temeltas— con un solo propósito: crear música que se sintiera bien, que fluyera de forma natural y que hablara, desde lo positivo, sobre los temas urgentes que enfrenta el mundo de hoy. En su inicio, el proyecto avanzaba con entusiasmo, pero con la llegada de la pandemia y otros asuntos personales, las grabaciones quedaron en pausa, incompletas y en el limbo. Fue el año pasado cuando decidí volver a escuchar aquellas pistas. Y al hacerlo —después de tanto tiempo— algo se encendió en mí: me volví a enamorar del disco. Supe, sin duda, que los mensajes detrás de esas canciones debían ser escuchados. Escribí una canción más, «I’ll Protect You (Te protegeré)», y contacté al productor JP Gasca, quien hizo un trabajo extraordinario rescatando y revitalizando el álbum. Gracias a su talento, el disco cobró nueva vida.
Vice Versa es el 14º álbum de mi carrera, un hito que me llena de orgullo y gratitud. Haber llegado hasta aquí, creando y grabando tanta música original, es algo que no doy por sentado. Este álbum de siete canciones refleja mi visión actual del mundo y mi estado emocional. Con una base claramente influenciada por el reggae —y matices de rock, soul y ritmos latinos— el disco se convierte, en esencia, en un llamado al entendimiento: un «grito» pacífico que busca unirnos a través del reconocimiento y la aceptación de nuestras diferencias.
¿Cómo te proyectas en España para los próximos años? ¿Qué tan difícil es hacerse fuerte en nuevos territorios para un artista independiente como tú?
La verdad es que siempre he estado enamorado de España. Me encanta el país, su cultura, su comida, su gente… en fin, todo. Estoy muy enfocado en seguir desarrollando mi carrera como artista y compositor en esta tierra que tanto amo. Los cubanos sentimos un cariño muy especial por España. Nuestras historias han estado profundamente entrelazadas durante siglos, y esa conexión se siente. Además, como compositor, he tenido la suerte de colaborar con grandes artistas españoles como David Bisbal, Julio Iglesias Jr. y Antonio Carmona, y quiero seguir explorando ese lado de mi arte.
¿Es difícil? Claro que sí. Cualquier intento de avanzar en la música —especialmente al abrir nuevas puertas en otro país— viene con sus retos. Pero no me rindo. He viajado muchas veces a España como artista y me he presentado en varios escenarios a lo largo del país. Estoy convencido de que mi música seguirá creciendo allí. Lo más bonito es que tengo un equipo increíble que me apoya en España: músicos, promotores, management, publicistas, mi editora… y, sobre todo, grandes amigos que creen en mí y desean con el alma verme triunfar también en este lado del mundo.