
Hay noches en las que el cielo parece un escenario vacío. Otras, se siente como un domo que rebota las frecuencias más oscuras, como si algo allá afuera (o más adentro) tratara de comunicarse a través de distorsión, ritmos rotos y una estética que mezcla glitter con cicatrices. En ese limbo entre lo humano y lo extraterrestre, entre la nostalgia y el pulso eléctrico de lo nuevo, está Abominable. Y este año, su nave cumple 20 vueltas al sol.
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No hay protocolo para celebrar dos décadas de una banda como esta. No hay placas ni discursos de salón. Lo que hay es sudor, voltaje, exintegrantes, nuevos miembros, y una pregunta que parece más complicada de lo que aparenta: ¿cómo se arma un setlist con 20 años de historia? Cuando se enfrentaron al reto de armar un setlist que abarcara dos décadas de historia, hicieron lo más honesto: preguntarle al público.
“Les preguntamos en redes qué canciones querían escuchar y respondieron muchísimo,” cuenta Fernanda. “Tomamos todo eso en cuenta. El setlist se armó con ellos. Y eso lo hizo aún más especial.”
Hay algo democrático, casi ritual en ese gesto: consultar al culto. Porque sí, lo que ha construido Abominable en estos años es un culto. Un universo de criaturas glamouramantes del baile como catarsis y del maquillaje como armadura. Y si de rituales hablamos, todo aniversario necesita sus entidades sobrenaturales. Los invitados especiales están más que confirmados. “Sí va a haber invitados”, confirmar Puede con la naturalidad de quien oculta un secreto divertido. “Siempre nos gusta rodearnos de amigos cuando celebramos,” añade Puede. “Ya estamos ensayando con algunos, y los iremos revelando poco a poco en redes.” Pero no se trata solo de celebrar. La verdadera noticia no es el aniversario, sino el nuevo monstruo que están construyendo. “El Año del Alien”el sencillo reciente, es mucho más que un track: es una declaración de identidad, o mejor dicho, de desidentidad. Un renacimiento sonoro que marca una nueva era en la banda. Un tránsito hacia el otro lado del espejo… o del cosmos.
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Con los años, Abominable ha mutado como un organismo vivo. Algunos integrantes se fueron, otros llegaron con nuevas ideas, sonidos y acentos. Literalmente. “Desde que entré yo, un poco ya empezó a cambiar el sonido,” dados Fernanda. “Luego llegó Andyy después Antonellaque viene de Argentina. Ella tiene otra escuela musical y eso se nota muchísimo.” Antonella asiente. “Cada cultura tiene su escucha, sus influencias. Yo traigo las mías desde Buenos Aires: mi pop, mi rock, mi historia. Todo eso lo vierto aquí.” Abulónlíder y voz del grupo, lo dice con claridad: “Hay influencias que ya son parte del ADN de la banda. Y eso es lo emocionante. Lo más punk hoy es ser tú mismo. No seguir una moda, sino ser fiel a tu historia.” Más que un acto de resistencia, su música es una forma de búsqueda. “Venimos de SEX MILLONES DE BULLOeso fue la base,” recuerda. “Y desde entonces, la banda ha cambiado, evolucionado, explorado. Eso es lo que hacemos: darle vida al proyecto. Con ensayo, con esfuerzo, con nuevas ideas. Y lo que viene será más experimental. Más extraño. Porque eso somos ahora.”
“El Año del Alien” es, en ese sentido, un síntoma de esa infección creativa. Una especie de Boque poseído por Kraftwerk en pleno temblor chilango. Una canción que no te dice «esto es Abominable«, Sino “esto podría ser… ¿te atreves a venir?”.
“Sí tiene matices pop,” admitir Abulón, “pero es rara. Sobre todo, para quien está acostumbrado a nuestros sencillos más pop. Todo el disco va a ir por esa línea. Conservamos elementos del pop, la electrónica, el rock, el retro ochentero y setentero. Pero hay una afirmación detrás: queremos ser libres de cualquier influencia externa.” Ese es el núcleo de esta nave: libertad. Y esa libertad se siente más cruda sobre el escenario. Ahí, donde no hay filtros ni algoritmos, solo cuerpos y vibraciones. “El escenario es lo que le da sentido a todo”, dice Fernanda. “Si no existiera eso, no habría bandas, ni ensayos. Es el momento que le da vida a todo lo demás.”