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Recuperamos el insólito encuentro en un avión entre la leyenda del rock and roll y Julián Ruiz.
EN VERANO DE 1972 algunos promotores, por ejemplo, en Benidorm, para sus enormes discotecas, incluso contrataban a leyendas como Little Richard. Una de ella la llamaban El Platillo volante c¡por su forma y se llama Cap 3000
Yo me quedé perplejo de su actuación en Benidorm. Claro que cuando lo ví estaba en sus cuarenta años. No tiene nada que ver con su situación actual, con la imbecilidad de la salud , que le ha dejado en una silla de ruedas.
https://www.youtube.com/watch?v=btdzp52amse
A la mañana siguiente, naturalmente, tomaba un avión desde Alicante hasta Madrid. Y lo que ocurrió no me lo podía creer. Yo viajaba en las filas de atrás del avión. En aquella época no te asignaban asiento y yo había entrado muy tarde.
Tardábamos en despegar y, de repente, por la parte de atrás, entra un impresionante Little Richard con capa y un traje plateado y se sienta en la cabina justo a mi lado, porque tampoco había otros sitios libres. Sinceramente, estaba estupefacto.
Aunque eran sólo las once de la mañana iba maquillado como un vieja señorahasta los labios con un poquito de carmín. Jamás le dije que era periodista o cosa semejante.
Sin embargo, no desaproveché la ocasión y le entré fácil:
-Vaya maravilloso show, en Benidorm.
–¿Te gusta?. Estuve fenomenal, maravilloso- hablando como una loca, atropellando las palabras,muy histérico-
-¿Es la primera vez que visitas España?.
–Sí, creo que sí. Pero no he podido ver nada, ja. Nada . Sólo el sol, mucho sol en España. Mi ilusión es ver una corrida. No sé si habrá tiempo. llego a Madrid y me marcho a Londres.
– Siempre me acuerdo de Little Richard, porque uno de los mejores libros de música lo escribió Nick Cohncon una frase de Tutti Frutti».¿Lo conoces ?.
– No , no lo conozco. Pero, que bien. Yo soy inmortal , mis canciones son diferentes al resto.
-¿Te gustó que Paul Mc Cartney dijera que tu eres su ídolo?.
–Los Beatles son muy guapos, mi chicos preferidos.
Todo el tono del vocabulario era muy remarcado. Casi hablaba como un «travestí», con una personalidad increíble. El resto de la conversación fueron lugares comunes.
Y empezó a cansarse de que le hiciera tantas preguntas. Así que paré. En tres cuartos de hora llegamos a Madrid y todo el mundo lo miraba. Pero seguro que salvo unos pocos sabían que era Little Richard. Todavía vivía Franco.
No hay testimonios de su actuación , pero este era una de sus actuaciones en el año 1972: