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La cocaína, la carnicería y los estados mentales en decadencia son limitaciones que, por derecho propio, deberían impedir la creatividad triunfante. Pero, de algún modo,
Fleetwood Mac conquistó sus muchos y variados demonios con Rumours e hizo una obra maestra no a pesar de estos factores conflictivos, sino a pesar de ellos.
El abuso de drogas , el de la cocaína exactamente, se convierte es el testimonio perfecto de que los humanos están programados para la trascendencia, y la música es la prueba. Rumours conecta con la gente de una manera que es difícil de comprender y, sin embargo, inmediatamente evidente.
Los productores del estudio de Sausalito Ken Caillat y Richard Dashut, que mantienen la sobriedad en el espectro creativo explcaron :
“Durante la primera parte de las sesiones en Sausalito, Ken y yo todavía no estábamos del todo familiarizados, acabábamos de conocer a todo el mundo. Yo conocía bastante bien a Stevie y Lindsey, pero no conocía al resto. Se mostraron cautelosos y desconcertados por la cantidad de cocaína que circulaba por el estudio».
Y apuntaban:
«La situación parecía tensa. Sus preocupaciones empeoraron cuando vieron cuánto estaba usando la banda. El ambiente era más tenso . Les preocupaba que todo se derrumbara a menos que de alguna manera lograran introducir algo de ligereza en la ecuación».
A Fleetwood Mac se les ocurrió un plan astuto que casi les salió mal.
“A Ken se le ocurrió esta broma. Había una bolsa que guardaban en la sala de control y que nosotros controlábamos mientras ellos tocaban, y en algún momento nos la pidieron”.
En otras palabras, los productores tenían el control sobre el alijo de cocaína.
En este punto, Caillat toma el relevo y añade:
“¡Siempre lo pedían! Así que todo el mundo estaba en su cabina aislada y sabíamos que tarde o temprano alguien iba a decir: ‘¿Puedes sacar esa bolsa?’. Así que creo que lo habíamos pensado durante un par de días y decidimos montar una bolsa duplicada”.
El plan de la bolsa de harina falsa ya estaba en marcha:
“La pusimos en la consola y recuerdo que enrollé la bolsa al revés a propósito para que, cuando la recogiera, en realidad estuviera sujetando la parte inferior de la bolsa. Así que salí con ella en la mano y les dije: ‘Aquí tienen, chicos’. Solté la mano para que la bolsa se desenrollara y todo empezó a caerse. Todos estaban allí atados, sin palabras. Luego gritaron: ‘¡Ken, Ken, para, para, qué estás haciendo!’”.
Nadie se reía, eso era seguro. Mick Fleetwood afirmó una vez haber inhalado el equivalente a once kilómetros de cocaína en su vida, por lo que la sustancia era algo muy importante para él.
El estudio ya era un lugar frenéticopero ahora se desató una melé de asombro, agonía y rabia.
Por supuesto, Ken interpretó el papel a la perfección y parece más un patán porque, a medida que empiezan a gritarle, se emociona más: ‘¿Qué? ¿Qué?’ y todo esto vuela por todos lados, y entran en pánico y empiezan a enfadarse de verdad”, recuerda Dashut cómicamente. Pero luego recordó que la preocupación se apoderó de él. ¿Y si esto era una broma de más?.
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Dasgut luchaba por mantener la calma. Tenía que reír o llorar.
“Creo que en ese momento, comencé a reírme a carcajadas en la sala de control. No pude contenerme más y, en ese momento, se dieron cuenta de que era una broma. Pero creo que Fleetwood en realidad se enojó un poco por un minuto, recuerdo que no estaba tan contentos”.
Afortunadamente, sus compañeros de banda estaban más frenéticos que enfurecidos, por lo que, en su mayor parte, Mick Fleetwood simplemente se quedó allí parado en un estupor aturdido.
Y, finalmente , Cellat aclara:
“John Mc Vie estaba listo para lanzarse directamente sobre la consola Es una señal del talento de la banda y de la extraña química retorcida que, de alguna manera, de esta manía salvaje surgió en «Rumours». Supongo que todo está bien si acaba bien, ¿no?.
