
Con Plora Aquí (Hidden Track Records, 2024), el prolífico e inquieto compositor catalán Ferran Palau prosigue con el hilo iniciado en Joia (Hidden Track Records, 2021) abrigando sus cálidas melodías con arreglos que ganan cada vez más protagonismo tras aquel soberbio ejercicio de “menos es más” que supuso Parc (Hidden Track Records, 2021).
Tres grandes obras ricas en alcance e inspiración con las que seguir compartiendo con el mundo su gusto por el cine de terror de serie b, los experimentos sonoros que exploran nuevas posibilidades y coquetean con diversos estilos y, sobre todo, una extraordinaria sensibilidad para dar con canciones que acaban convirtiéndose en tesoros que guardar en el corazón, mutantes y poliédricos. Charlamos con él sobre temas tan interesantes como las ideas detrás de esos monstruos peludos, Snif y Smosly, que alimentan su inagotable imaginería con tintes oníricos, la necesidad de abstraerse de la dolorosa realidad para proteger el espacio creativo, las conexiones especiales con Gorka Urbizu y Big Thief o su querencia por buscar siempre los caminos menos obvios y trillados.
«Cuando hago música no pienso en el concepto gente sino en personas, hago música para ti que la estás escuchando ahora»
Publicaste los trabajos Parc (Hidden Track Records, 2021) y Joia (Hidden Track Records, 2021) en un año realmente prolífico para ti y ahora, tres años después, vuelves con el excelente Plora Aquí (Hidden Track Records, 2024). Entiendo que estas canciones forman parte de otra etapa, mientras que las de los dos primeros álbumes mencionados, convivieron en una misma franja de tiempo en tus sesiones de grabación.
Cuando vino la pandemia, acababa de sacar Kevin (Hidden Track Records, 2019), y ya había compuesto las canciones de Parc. Cuando empezó la pandemia, hice una canción acústica, “Cel Clar” y de esa canción salió “Joia” y otras de carácter similar. De repente tuve una temporada en la que me tuve que quedar en casa y empecé a componer más, no habiendo terminado la grabación de las canciones anteriores. Diríamos que se mezcló todo de algún modo.
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Este disco tiene un sonido más “grande” por decirlo de algún modo, que ‘Parc’. Tiene más arreglos, más instrumentación… En ocasiones, es hasta más bailable. Recuerdo que, cuando te entrevisté por Parc, te pregunté si con él cerrabas una trilogía tras Blanc (Hidden Track Records, 2018) y los mencionados ‘Kevin’ y ‘Parc’. ¿Dirías que con ‘Plora Aquí’ abres una nueva etapa en tu trayectoria?
Yo diría que sí, aunque estas cosas las pone el tiempo en su sitio. Tengo la esperanza de que sí, además en términos de sonido pruebo cosas que no había hecho antes. Quería un sonido un poco más grande, pero en términos de que, con los anteriores discos, mi voz ocupaba un espacio muy grande en las canciones, y los arreglos sintéticos sobrepasaban a veces la voz. Con este trabajo, tenía la idea de partir de una raíz más folk, como lo era ‘Joia’, para luego mezclarlo con una estética de sonido más hip-hop, en el sentido de que quería una parte de sonido muy grande que fuera bastante a la cara, y luego, las partes armónicas, que tuvieran una estética más lo-fi con sonido más austero y que la parte más grande la ocuparan las voces. He sustituido la estética de sintetizadores por capas corales, trabajadas en el ordenador. Casi todo lo que hay en el disco está generado de manera orgánica. Hay ideas que van en otro lugar de lo que habían hecho antes.
Leía en la nota de prensa que recuperabas de algún modo la inercia de Anímic, tu anterior proyecto, en el sentido de dejar que las canciones te llevaran a alguna parte ellas solas. ¿Cómo ha sido este proceso de grabación en comparación con otros?
Digamos que yo siempre he trabajado con mi primo, Jordi Matas, que es mi guitarrista y productor de siempre. Para este disco, queríamos cambiar las cosas porque él también estaba en un momento distinto. No tenía espacio mental para meterse de nuevo en una producción mía, y decidimos que seguiría en el proyecto pero solo como músico, de hecho, él grabó las guitarras eléctricas, los bajos… pero para la producción, tuve que pensar en otra persona, y hacía un tiempo que había descubierto al Sr. Chen, y pensé que él me daría esa estética y ese sonido hip-hop, así que pensé que podría mezclar los dos mundos: el de Sr. Chen y el de Jordi Matas. Lo que ha sido el proceso de grabación, ha resultado mucho más desordenado, porque no he tenido la dirección artística de mi primo, por lo tanto, me he tenido que buscar las castañas en ese sentido, y como decías, el punto de partida de la grabación era el mismo que con Anímic, acercándome a la música de manera mucho más inocente. No dar por supuesto todo lo que he aprendido estos años, sino poner en duda todo lo aprendido y acercarme de manera más naive hacia la música. La grabación ha sido mucho más itinerante, en cuanto a lugares y a métodos. He grabado con distintas grabadoras, cassette, he pasado sonidos de batería por cinta analógica, y luego lo he metido en ableton, aunque también he utilizado protools… He usado todo lo que tenía a mi alcance, como multitud de micros, he grabado en espacios abiertos, o con el móvil. Por ejemplo, hay cosas grabadas con micros muy caros y otras, con micros de veinte euros. Este disco fue en plan: voy a intentar utilizar todo lo que tengo a mi alcance y liar al mayor número de colegas posible, para crear un mundo alrededor de él.
También ha estado involucrado Joan Pons de El Petit De Cal Eril.
Sí, con él estuvimos haciendo preproducción, ya que a medida que iba componiendo, le iba enseñando cosas. En el teatro de Cal Eril, que es donde él tiene su espacio, grabé voces y guitarras acústicas, además de baterías que fueron después manipuladas por el Sr. Chen, para darle esa estética y ese sonido hip-hop del que antes hablábamos.
Recuerdo que cuando hablamos con motivo del lanzamiento de ‘Parc’, mencionaste a Tyler The Creator como una influencia clara en el mismo. ¿En qué universo sitúas a este nuevo trabajo?
Yo diría que es el disco donde más se nota esta influencia por el hecho de mezclar distintos tipos de sonidos, con cosas muy bien hechas y otras más lo-fi. Es una sensación de collage. Hay algunos instrumentales e intros en las canciones, como un rollo corta-pega que también es muy Tyler The Creator. Con el tiempo, he ido absorbiendo cosas de él que me gustan y las he introducido en mi mundo. Estéticamente es diferente, pero en la forma, sí que puede haber similitudes.
“Plora Aquí” es algo que me dice mi hijo cuando digo una chorrada, en plan: “ven, arrepiéntete aquí”
¿Qué querías expresar con un título tan explícito como ‘Plora Aquí’?
Normalmente, los títulos llegan a mí solos. En este caso, “Plora Aquí” es algo que me dice mi hijo cuando digo una chorrada, en plan: “ven, arrepiéntete aquí”. Un día me lo volvió a decir y pensé que tenía sustancia, que es lo que busco en un título, para empezar a sacar cosas y crear conexiones. Es un título muy abierto pero me da pie a empezar a relacionarlo con todo el mundo de los monstruos, con la historia que cuenta el corto, que tenía claro que quería que fuera algo simpático, pero que acabara en drama. Mi mujer me decía que era un título muy adecuado, porque cuando me metía en twitter hace ya muchos años, ahora ya hace dos años que no me meto, veía que cuando hacía un tweet en días nublados, rollo “hoy es día de llorar” , la gente lo identificaba conmigo, y me decían que ponían mi música para llorar.
¿La razón por la que dejaste twitter tiene que ver por la predominancia de los mensajes de odio que sustituyen a la tolerancia y al respeto?
Sí, porque me pasaba eso. Ni siquiera sabía a quién seguía. Mi mujer me abrió la cuenta y me puso follows random, yo nunca empecé a seguir a nadie. Con el tiempo, me di cuenta de que los mensajes que me salían eran de ultraderecha, y yo pensaba: “¿Esto por qué me sale a mí? Parece un instrumento del diablo.” Así que me di cuenta de que no debía seguir ahí y me lo quité del móvil, aunque mi perfil debe seguir ahí.
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Hablemos de la imaginería alrededor del álbum. Snif y Smosly, los monstruos de portada y contraportada, y en el caso de Snif, protagonista del corto que se pudo ver en Filmin, y de paso, uno de mis cortes favoritos del álbum. Siempre he pensado que eres de los artistas que más cuida el plano visual, con un concepto muy marcado en cada trabajo que publicas.
Al principio no sabía si la gente lo iba a entender. Acababa de terminar la gira y tenía que inventarme un nuevo concepto. Viendo películas de los 80, me vino la idea: ¿por qué no creamos unos monstruos y montamos el disco alrededor de ellos? Llamé a Pablo Maestres, que acabó dirigiendo el cortometraje, y le encantó la idea. De repente, todo empezó a cuadrar, aunque sí que tenía dudas, pese a que yo lo veía como muy natural, siempre dudas si la gente lo verá muy creepy. Ahora que conozco gente, vuelvo a ciertas ideas. De pequeño me encantaba dibujar muñequitos, y veía pelis de terror, que me encantan, así que pensé: ¡vamos a crear unos monstruos! A día de hoy, no diferencio el plano visual y artístico, del musical, creo que ambos son esenciales para crear algo que tenga un significado, que sea un proyecto artístico más allá de limitarte a componer canciones.
¿Cómo surge la idea de acompañar el disco con el cortometraje?
Es algo en lo que llevaba pensando mucho tiempo. No es lo primero que hago con Pablo Maestres, con él ya hice la pieza visual que acompaña a la canción “Flora-Caic” del disco ‘Kevin’, que ya tenía un sentimiento muy cinematográfico, y luego, en ‘Joia’ trabajamos con el colectivo Órbita y había idea de hacer ya un cortometraje, pero al final, por cuestiones de tiempo, no pudo ser. Era sobre una especie de secta y una doctrina, que era “Joia”. Soy muy fan del cine, y aunque me he acabado dedicando a la música, podría haber hecho otras cosas si esto no hubiera salido. Yo siempre persigo hacer una película, y cada día estoy un poco más cerca de conseguirlo. Ya he avanzado con los videoclips, ahora con el corto con Pablo, pero todavía no ha llegado el momento. Es un mundo muy loco, muy caro y te tienes que dejar la vida y la salud mental para hacer algo bueno en ese territorio, en ese mundo.
Editas tus trabajos en Hidden Track Records, el sello que lleva tu mujer. Además, lanzáis multitud de proyectos interesantes y apoyáis a artistas noveles ¿Cuál es tu experiencia en el siempre complicado mundo de la autogestión?
¡Wow! Esta es una pregunta que llevaría siglos contestar, y de hecho, sería más adecuado que lo hiciera mi mujer que es la que se parte el pecho trabajando para sacar esto adelante. Todos sabemos cómo es este país, y esto es algo realmente complicado. Nuestra premisa es lanzar cosas que nos gusten por encima del criterio comercial. Ya sabemos cómo es eso. Esto requiere mucho esfuerzo y dedicación y ofrece muy poco retorno económico, pero sí obtienes algo que te hace muy feliz y que es lo que has venido a hacer en este mundo. Poder tener artistas de la talla de Anna Andreu, Carla Andrés, María Hein o Carlota Flaneur es genial, un orgullo que flipas. Pero mientras Louise (mi mujer) tenga fuerzas, ahí seguiremos. Empezamos haciendo mucha inversión, sacando a muchos artistas, pero hemos tenido que trabajar para que sea sostenible porque cada artista necesita su atención y sus medios. Lleva años encontrar el volumen y la medida exacta que puedes abarcar. Louise necesita tener otros trabajos para poder salir adelante, con el sello solo no es suficiente.
El disco tiene multitud de ganchos, quizás “Aquí No Hi Ha Truc” es un primer single nada obvio en el conjunto. ¿Cómo vino la idea de elegirlo? Además, te encargas en exclusiva de la producción del último tema del disco “Estimar-te És Com Un Joc”.
En el caso del single, fue una improvisación ya que mi idea inicial era no sacar single, por la idea de defender el formato del álbum. Aunque había canciones candidatas, queríamos sacar el disco en formato físico y más tarde en formato digital. Ya lo hicimos con ‘Joia’, me gusta el riesgo. Se nos retrasó el cortometraje, lo cual es normal porque conlleva mucho trabajo, y teníamos que hacer algo. En uno de los días de rodaje, filmamos una escena con Snif y ya lo lanzamos alrededor de eso.
La última canción del disco es la última que compuse y que grabé también, y en este caso, pensé que no podía mejorarla de ninguna manera a nivel de grabación y producción. Este disco, como te decía, es una recopilación de grabaciones con distintos sistemas y en diferentes lugares. Pero en el caso de “Estimar-te És Com Un Joc” la compuse y la grabé enseguida, así que esa grabación está muy viva.