
En ese ir y venir de periodistas entrando y saliendo de la oficina donde se realizan las entrevistas, típica postal de un día de promoción cuando un grupo encadena diversas charlas sin practicamente descanso, fui testigo de una escena que define a la perfección la idiosincrasia de Juan Aguirre Y Eva Amaral.
Los redactores y fotógrafos que habían estado antes que yo se quedaron unos segundos más para expresarles lo mucho que sus canciones habían significado en sus vidas. Cómo la voz de Eva, en temas como “Salir Corriendo”, había actuado como consejera o cómo, en sus casas, intentaban replicar en la guitarra los acordes que Juan había compuesto años atrás. Una cercanía y una conexión que me hicieron replantear el inicio de esta entrevista.
Pero sobre todo, me sorprendió la cercanía del dúo zaragozano, su forma de recibir cada palabra con la misma humildad y atención con la que han construido su trayectoria. Con casi tres décadas en la carretera y un nuevo disco bajo el brazo, el noveno de su carrera, Amaral sigue siendo un pilar imprescindible del pop español. Dolce Vita (2025) suma nuevas canciones con alma de himno, listas para ser coreadas y seguir influyendo en fieles y nuevos seguidores.
Pero lo que realmente los hace únicos no es solo su música, sino la manera en que viven cada paso de su camino. Luego vienen las canciones.
“Si hoy estamos lanzando nuestro noveno disco, es porque la gente nos ha sostenido”
Es un placer hablar con vosotros. Espero que os encontréis lo mejor posible. Quería comenzar esta entrevista compartiendo la imagen que acabo de vivir, cómo la música es capaz de influir tan profundamente en la vida de las personas.
Eva: Es impresionante. A veces te deja sin palabras. No sabes qué decir, es súper bonito que la gente nos acoja de esta manera y siga cantando nuestras canciones. Asocian nuestras composiciones a vivencias suyas, recuerdos bonitos y de pérdida. De verdad que impresiona mucho. Es gente que disfruta mucho con la música, y les entendemos perfectamente porque también nos pasa. También tenemos canciones de cabecera que asociamos a momentos de nuestra vida o a relaciones. Una comunión con otras personas a través de la música.
“data-cs-src =” https://www.youtube.com/embed/ajw8fyi0tcm?feature=oembed “FrameBorDer =” 0 “PeaTer =” Acelerómetro; Autoplay; portapapeles-escritura; Media encriptada; giroscopio; imagen en imagen; Web-SHARE “referRerPolicy =” Strict-Origin-when-Cross-Origin “PermishFullScreen>
¿En vuestros inicios os imaginasteis que vuestra música llegaría a ser tan importante para tantas personas?
Juan: Cuando comienzas, no te imaginas nada. Y no lo digo solo por remontarnos a cuando éramos adolescentes, sino porque incluso ahora mismo no sabemos qué va a pasar. No se trata de prever el futuro, sino de dejar que las cosas sucedan y te sorprendan en el día a día. Nunca hemos buscado ser célebres o famosos. Nuestro objetivo siempre ha sido escribir las canciones que nos gustaría escuchar. Es un proceso muy íntimo y solitario, en el que, como mucho, estamos solo nosotros dos. Cuando esas canciones salen al mundo, algunas pasan desapercibidas, como fue el caso de “Como Hablar”, que con el tiempo terminó haciéndose muy popular.
Si hoy estamos lanzando nuestro noveno disco, es porque la gente nos ha sostenido. Personas con nombres y apellidos, todas diferentes entre sí. Han sido ellas quienes han ido por delante de los medios de comunicación. Hay músicos anónimos que trabajan para artistas famosos, escribiendo desde el anonimato o en equipos de composición, y a quienes les encargan temas para grandes celebridades. Nosotros tenemos la fortuna de poder hacer lo que más nos gusta: escribir nuestras propias canciones, tocarlas y que la gente las escuche.
Hace unos años, tuve la oportunidad de estar con Vega. Además de su sólida carrera como solista, ha escrito canciones excepcionales para otros músicos de renombre. Me comentaba lo fascinante y bello que le resulta ver cómo miles de personas corean canciones que ella ha compuesto, interpretadas por otros artistas.
Eva: Debe ser algo realmente curioso verlo desde fuera. A nosotros, sobre todo en nuestros inicios, nos pidieron alguna vez que escribiéramos canciones para otros músicos ya consagrados. Empezábamos a componerlas, pero no podíamos desprendernos de ellas, al final nos las quedábamos. Nunca llegamos a tener una canción en boca de otro sin haberla cantado antes nosotros.
Aun así, muchas de vuestras canciones han sido reinterpretadas por otros músicos. Estaba pensando, por ejemplo, en «Sin ti no soy nada» de Ángeles Toledano o «Marta, Sebas, Guille y los demás», versionada por Carolina Durante. También debe ser algo muy bonito.
Eva: Sí, totalmente. La de Ángeles Toledano es preciosa. También Nos encantó la versión de Carolina Durante y, sobre todo, que incluyeran a sus amigos, que hicieran su propia lista. Nos pareció algo muy chulo. Nos encantan ellos y la energía que le imprimieron a la canción quedó genial. Nos pidieron permiso para hacerlo, fueron súper respetuosos.
Juan: También descubrimos que Diego es un gran cantante, capaz de hacer un montón de cosas diferentes.
Eva: Que es un gran cantante ya lo sabíamos, pero sí que tiene un monton de registros vocales que desconocíamos.
Juan: Exacto.
Comenzando con vuestro nuevo álbum, Dolce Vita, me gustaría preguntar cómo fue el proceso de composición y producción de las quince canciones que lo componen.
Eva: La producción la realizamos en equipo, entre los cuatro: Juan y yo, Pablo Fergus Y Álex Morenoque es nuestro batería. Pablo y Álex han formado una especie de tándem creativo, una «sociedad del anillo».
Teníamos muchísimas más canciones. Desde la salida de Salto al color (2019), nuestro disco anterior, llevábamos mucho tiempo compartiendo ideas, y la cantidad de material que teníamos era tan grande que se nos hacía difícil abarcarlo todo. Creo que esa fue una de las razones, entre otras, por las que nos hemos tomado tanto tiempo hasta esta nueva publicación. Pusimos en común todas esas ideas y dedicamos mucho tiempo a encontrar el camino adecuado. Luego, comenzamos la producción propiamente dicha con Pablo y Álex en nuestro estudio. Aunque salimos a grabar las cuerdas en Budapest, el grueso de la grabación se hizo en nuestro estudio.
“data-cs-src =” https://www.youtube.com/embed/n1dysj9kqm8?feature=oembed “frameBorDer =” 0 “permitido =” acelerómetro; Autoplay; portapapeles-escritura; Media encriptada; giroscopio; imagen en imagen; Web-SHARE “referRerPolicy =” Strict-Origin-when-Cross-Origin “PermishFullScreen>
¿Cómo nace una canción de Amaral? ¿Cómo soléis trabajar en el proceso creativo?
Juan: Pues, por ejemplo, en “Vida dulce” o “La unidad del dolor”, Eva comenzó a trabajar en ellas en su estudio en casa, programando y tocando la guitarra. Luego me las envió, las escuché, me encantaron y le comenté lo que pensaba.
Cuando nos reuníamos, había partes en las que yo añadía algo al final, pero la canción ya estaba casi lista; Eva había grabado casi todos los instrumentos y las voces. El arreglo de cuerdas también lo hizo ella, y luego se lo pasamos a Chris Elliotquien le dio forma y lo amplió. La idea principal ya estaba hecha, yo solo añadí algunas guitarras.
Eva: Pero no siempre es así, a veces sucede al contrario. Juan trae una canción ya maquetada y, en otras ocasiones, uno de los dos tiene una parte y el otro la complementa. Es un sistema un tanto caótico.
Juan: Nos cambiamos los roles constantemente. Por ejemplo, en “Ahí estás” hicimos una versión que tocamos en el Sonorama. Sentí que le faltaba algo, la rehíce, cambié los acordes, se lo enseñé a Eva y, entre los dos, desarrollamos la versión final.
Dentro de ese caos, intercambiamos bastante los papeles, no hay un rol definido. Eva toca la guitarra, a mí cada vez me gusta más tocar el bajo o programar… Tuvimos una época de mucha pasión por la música electrónica. Así es más o menos como trabajamos.
Es algo bastante habitual que los papeles se cambien, aunque a veces no lo parezca. Es importante ver el proyecto como una unidad en conjunto.
Juan: Nosotros nunca hemos sido la típica banda de cuatro personas con roles definidos. Siempre hemos intentado abarcar todo lo que hemos podido. Para bien o para mal, somos así de caóticos y dispersos. Eso ha hecho que, muchas veces, no se nos entendiera bien. Para empezar, éramos un grupo formado por un hombre y una mujer tocando en igualdad de condiciones; no teníamos nada que ver con el típico grupo de hombres que usan los mismos pedales… Igual no hemos encajado en los clichés de lo que se espera de una banda estándar.
Sobre todo en la década de los noventa y principios de los dos mil, que aunque parezca que han pasado solo veintipocos años, la realidad social ha avanzado muchísimo. Ahora sería más normal, pero ves aquella época, y el caso de Dover, por ejemplo….
Eva: Dover era una anomalía.
Juan: Dover es un grupo al que todos les debemos muchísimo, y se les atacó sin piedad por una evolución que fue criticada por muchos sectores de la prensa musical, que eran terriblemente machistas. Ya es hora de decirlo claro. Aparte de su increíble energía, creo que contribuyeron de manera importante a ese avance social.