En el universo creativo de Joe Twilight caben muchos referentes. A saber: la literatura de serie b, la Edad Media, las verbenas regionales, el bakalao, las espadas láser, las americanas bien apretadas sobre pechos peludos, bisutería, tecnocasa, los algoritmos, la canción melódica hortera, la Fórmula 1, el Miami Bass… Desde que arrancara su carrera allá por el 2008 con Supercrepus Y Escuela De Cebrasel compositor barcelonés es un mundo en sí mismo. Si conectas con su propuesta, y te dejas llevar sin prejuicios, puedes llegar a ser una de las personas más felices del universo por un momento. Y eso es lo que ocurrió la pasada noche en Barcelona con la presentación de su espléndido Museo De Las Desilusiones. Se obró la magia, y artista y público acabamos entregados a una ceremonia tecnopagana inolvidable.
Se abrió el telón y aparecieron en escena José parapetado con un sintetizador que hacía las veces de guitarra en sus poses a lo héroe de guitarra, Aaron batido a los sintes y los sonidos pregrabados, y un percusionista aterrizado desde Río de Janeiro que además lanzaba al aire la pandereta sin que se le cayese al suelo. Habilidades y la ley de la gravedad. Abrieron el set con “Enamorado De Tu Reverb”, y ya se abrió la veda para poder bailar sin parar coreando canciones que son himnos de las desilusiones del precariado.
Del nuevo disco cayeron casi todos los temas: del ritmo funky de “Pequeño Niño Peluquero” al yath pop de “Jessica”; de la pachanga de residencia en Benidorm de “Club Gurú Punk” al romanticismo a ritmo de vals de “Kamikace”; del escapismo nihilista de “Infierno De Dulce” a esa explosión bakala de “Fiesta De Disfraces” en donde se reivindicó la Valencia de la ruta del Bakalao.
Crepus lo dio todo en el escenario: bailaba contoneando las caderas y atusándose el cabello, agarraba el sinte como si fuera a tocarr un riff a lo Judas Sacerdoteapretaba los puños para arengar al respetable mientras sonaba “Suena Brillante”, y hasta parodiaba los trucos de los artistas que se marchan del escenario, pero sabemos que van a volver a cantar un bis, o dos o tres. Acabaron el concierto con “Fábrica De Baile” que ya es la canción que sonará en más de un entierro. Hijoputa el que no baile.
Foto Joe Crepúsculo: Luis Moner