Aunque cada vez más fabricantes atraviesan el meridiano de los smartwatches, las marcas más aspiracionales –por una conjunción entre lo ornamental y la innovación– son Samsung y Apple. En esta nota, contrastes y coincidencias entre el Galaxy Watch 7 y el Watch 10.
El dispositivo de Apple destaca por una perfecta integración con el ecosistema Mac. Se usa como reloj, pero también, como un mini-iPhone que desde la muñeca, puede desbloquear la MacBook sin contraseña y controlar la domótica del hogar.
Mientras que el reloj de Samsung destaca por ser pionero en integrar un modelo de inteligencia artificial orientado a mediciones sanitarias. Tanto la precisión de los datos como la variedad de sensores, lo dejan un escalón por delante del resto.
El tema de la compatibilidad es un punto clave. El Apple Watch solo se entiende con un iPhone, desde el XS en adelante. Mientras que el Samsung, se vincula con cualquier Android, aunque responde mejor en un Galaxy. Para las mediciones avanzadas –ECG, apnea o glicación- hay que instalar la app Health Monitor.
Pantalla y aspecto
Desde lo visual, la principal diferencia entre estos relojes es el formato de pantalla. El Galaxy Watch es redondo y está recubierto por una carcasa de aluminio. El de Apple es rectangular, con una terminación en titanio.
Una lectura entre líneas sugiere que el primero busca quedar asociado con la estética de la relojería tradicional, que es más elegante y atemporal. El de Apple se vincula a lo tecnológico y busca ser más moderno y futurista.
Y si bien ambos se comercializan en dos medidas, las cajas de Apple, que son un poco más grande, vienen en 42mm y 46mm, contra 40mm y 44mm del Samsung. El resultado es una superficie más amplia pero también, un mayor volumen en la muñeca.
El de Apple, dependiendo del tipo de correa que se elija, el de 42 mm., arranca en 900.000 pesos. El de Samsung, que redujo notablemente su importe, cuesta 502.999 pesos, el de 44mm.
Datos y sensores
El borde más filoso del Galaxy son sus facultades avanzadas de monitorización de salud y bienestar. Entre sus métricas despunta la evaluación del sueño, la grasa corporal, masa muscular y niveles de oxígeno en sangre.
El reloj recurre a la IA para suministrar datos relativos a la apnea del sueño, el IHRN (Notificación de Ritmo Cardiaco Irregular), monitoriza presión arterial y realizar electrocardiogramas. Esta combinación lo convierte en una de las propuestas más sólidas del mercado a la hora de calcular los parámetros de salud.
Además, suma una amplia gama de entrenamientos, mediciones de la temperatura de la piel y herramientas de seguridad como la detección de caídas y alertas de ritmos cardíacos irregulares.
Aunque el reloj de Apple no abarca tantas herramientas, las que tiene son mucho más precisas. Tal es su reputación, que varias clínicas norteamericanas, lo consideran como uno de los dispositivos no médicos más eficientes y lo recomiendan a sus pacientes.
Monitorea en forma constante el ritmo cardíaco y envía alertas si descubre algo inusual. A través del ECGs puede detectar fibrilación auricular. A las mujeres que buscan un embarazo les permite realizar un seguimiento de su ciclo menstrual y recibir estimaciones de ovulación.
Otra novedad del Galaxy Watch es la inclusión del índice de glicación avanzada (AGEs), que mide el envejecimiento biológico basado en hábitos alimenticios y estilo de vida.
Desempeño y potencia
Samsung recurre al procesador Exynos W1000 –comparable al Snapdragon 680 de un móvil- que le aporta un buen ritmo a las tareas que exigen IA y con una conectividad mejorada. Trae módem 4G LTE y módulo de navegación por satélite de doble banda.
Mientras que el smartwatch de Apple viaja sobre el chip S10 SiP y un Neural Engine de 4 núcleos que le permiten completar tareas exigentes en pocos segundos, como detectar caídas o ejecutar traducción en tiempo real.
El rendimiento del Galaxy, según el propio fabricante, es unas 3,4 veces mayor respecto al Exynos W930 de anteriores generaciones, con una apertura de apps hasta 2,7 veces más rápida.
A pesar del aumento de potencia, el S10 SiP fue diseñado para brindar una mayor autonomía. Algo que logra gracias a un proceso de fabricación de 5 nanómetros y a optimizaciones a nivel de software.
De cero hasta el 80% tarda unos 30 minutos. Una sola carga de ocho minutos alcanza para que patrullar el sueño durante toda la noche. La batería aguanta unas 20 horas en modo normal.
El SoC de la serie Exynos está construido con un proceso de 3 nm para una optimización energética. Promete hasta 22 horas de duración con uso normal y pantalla siempre encendida. De cero a 100 tarda dos horas.
Sistema Operativo
Aunque sus sistemas operativos (SO) poseen enfoques y cualidades muy disímiles, tanto Google Wear OS 5 como WatchOS 10 ofrecen una experiencia de manejo dinámica, que consigue un gran impacto visual.
La importancia del SO se manifiesta en la forma en la que se despliegan las aplicaciones, la navegación por los menús y cómo se exhibe la información en pantalla. Todo este conjunto de estilos representa la experiencia de uso.
El sistema de Google propone el acceso a una interfaz personalizable, con una capacidad de respuesta mejorada. La integración con el Assistant es más profunda, sobre todo para comandos de voz y recuperación de información.
El mayor logro de WatchOS 10 es haber alcanzado una lógica de manejo muy intuitiva, centrada en la simplicidad y la claridad. Con una estrecha integración con otros dispositivos de Apple, como iPhones, iPads, MacBook y varios servicios.
A diferencia de Wear OS 5, que admite una amplia gama de apps a través de Google Play Store, el sistema de Apple entrega una compatibilidad limitada, aunque las aplicaciones son más consistentes y están muy optimizadas.
Exposición lumínica
El nivel de brillo que consiguen estos dispositivos es un factor crucial, ya que, si uno quiere consultar la hora a plena luz del día, es importante que se pueda leer sin esfuerzo, incluso bajo la luz directa del sol.
Tanto el Apple como el Samsung llegan a los 2.000 nits, un valor que los posiciona como una de las mejores pantallas del sector. En cuando a la densidad de píxeles, el Samsung se impone por la mínima: 330 ppp contra 326 ppp.
En cuanto a la cobertura de cristal, el Apple Watch 10 viene con Ion-X para los modelos de aluminio y zafiro para la opción de acero inoxidable. En cambio, el Galaxy, recubre todos los modelos con cristal de zafiro, que es más resistente.