Las baterías de las notebooks suelen tener un ciclo de vida útil. Sin embargo, hay ciertos hábitos que pueden ayudar a prolongarla o, por el contrario, perjudicarla. Por esto, es clave conocer qué hay que hacer pero, sobre todo, qué no hay que hacer.
Las laptops (computadoras portátiles) suelen dar indicadores que, si se atienden a tiempo, pueden ser vitales para su salud. Por ejemplo, si recalientan mucho es porque algo está funcionando mal y, a la larga, puede redundar en un sobrecalentamiento que termine con ellas.
¿Tenerla todo el tiempo enchufada? También incide en su rendimiento y en el largo plazo. ¿Polvo? Otro factor mucho más determinante que lo que se podría llegar a pensar. Y así como sucede con los celulares, hay ciertas cosas que deberías evitar hacer.
Acá, seis consejos para cuidar mejor la batería de tu laptop, esa aliada que seguramente sea tu herramienta cotidiana de trabajo.
Cargar constantemente la batería
Es uno los errores más comunes, a pesar de que ya la mayoría de los usuarios sabe que no tiene que hacerlo: tener la computadora constantemente enchufada es malo para la batería.
Al hacer esto, el equipo se sobrecarga y redunda en un daño leve pero paulatino. Si la laptop se carga varias horas durante el día, la capacidad se va degradando cerca de un 70% en solo tres años. Momento para el cual el equipo seguramente ya necesite una nueva.
Solución: desconectar la laptop una vez que llega al 100% y cargarla cuando sea necesario.
Caliente, frío: los dos en exceso, malos
Exponer las baterías a temperaturas extremas es malo para las celdas de iones de litio. Si se deja a la laptop en el auto, donde puede pegarle el sol durante horas, es probable que esto afecte su rendimiento.
También se puede ver afectado si el usuario vive en una zona con temperaturas cercanas a los cero grados y no toma el recaudo de tenerla en un lugar no alcanzado por estas frías condiciones.
Solución: guardar la computadora en un lugar con temperatura ambiente.
Descargarla completamente
Las baterías de iones de litio duran más cuando solo se cargan entre un 40 y un 80 por ciento. Si deja que la batería se descargue demasiado, puede acortar su vida útil. Esto es cierto si mantiene la batería por encima del 80 % durante demasiado tiempo.
Algunas marcas de computadoras portátiles permiten limitar el porcentaje de carga a solo el 80 % para ayudar a prolongar la vida útil de la batería. Esta característica es compatible con los fabricantes a través de sus propias aplicaciones. Otras marcas usan la aplicación gratuita Battery Limiter para Windows.
En macOS por ejemplo se puede usar AIDente para establecer un límite de carga en la computadora portátil, o se puede usar la función de carga optimizada de Apple si mantiene un horario regular.
Solución: No dejar que se descargue completamente y tampoco tenerla todo el tiempo enchufada. Además, hay una buena noticia: varios fabricantes de computadoras portátiles ahora ofrecen modos de larga duración que conservan la batería para ayudar con este problema.
Tener muchos programas abiertos
Además de afectar el rendimiento del equipo, tener muchos programas abiertos hace que el procesador tenga que trabajar a un nivel más pesado en cuanto a lo que carga de trabajo respecta.
Por esta razón, muchos usuarios pierden de vista que tener incluso muchos tabs en el navegador puede complicar más de lo que puede ayudar (además de ser un estorbo muchas veces para la productividad).
Solución: la regla de oro, mantener el escritorio y las aplicaciones “simple”.
Además de cerrar otros programas mientras realiza una sola tarea, se puede considerar habilitar el modo Avión en Windows o apagar Wi-Fi y Bluetooth en macOS, si se sabe que se editará un documento sin necesidad de acceso a la web. Además de reducir las distracciones, el modo Avión elimina una fuente importante de agotamiento de la batería.
No dejar “respirar” a la laptop
La mayoría de las computadoras portátiles ahora vienen con baterías de polímero de litio que requieren mucho menos mantenimiento que las baterías de hace una década, gracias tanto a las mejoras de software y firmware como a la innovación en la tecnología de la batería.
Sin embargo, hay que tener cuidado con el peor enemigo de la electrónica: el calor.
En tanto estos equipos realizan billones de cálculos por segundo, la temperatura es un efecto colateral inevitable. Y un efecto colateral que no solo afecta en el rendimiento.
Todo esto también incide en la duración de la batería: cuanto peor rinda el equipo, más esfuerzo tiene que hacer. Y cuanto más se lo fuerza, más energía necesita.
Solución: Limpiar periódicamente los componentes, hacer limpieza profunda una vez por año y dejar “respirar” al equipo por las hendijas de ventilación.
No utilizar la herramienta de performance Hay una herramienta que el usuario promedio no solo no usa sino que desconoce: la que permite regular la performance del equipo.
Se trata de una herramienta que optimiza el modo en el que estamos usando la batería en relación a los recursos que le demandamos al equipo.
Solución: En Windows 10 se trata de una función a la que se accede desde el ícono de la batería en la barra de tareas. En Windows 11, está en Configuración, Sistema, Energía, Batería, Modo de energía. Su objetivo es agrupar todas las configuraciones que afectan la duración de la batería en algunas categorías fáciles de entender.
Allí se desplegarán distintos modos que se pueden cambiar y son muy claros respecto de qué balance emplean.
En Apple, hay que buscar la configuración de la batería que está accesible desde el menú de la batería.
Con estas herramientas, la batería puede durar mucho más.
Y con estos malos hábitos ya fuera de la mesa, la batería está lista para durar por encima de lo que suele durarle al usuario promedio.