Ahora que se difundió el primer trailer de Twisters, vale recordar a aquellas películas que, más que nada en los años ’70, irrumpieron con la fuerza del éxito, con actores de método o no, pero siempre integrantes de elencos multitudinarios, con efectos mejores que peores.
Fue Irwin Allen al que se le ocurrió darle forma definitiva a este particular género que es el del cine catástrofe. Fue en los años ’70, con Infierno en la torre y Terremoto. Tal vez la mecha se encendió en 1970, con Aeropuerto, con Burt Lancaster, Dean Martin y George Kennedy.
Podríamos definir como integrantes del género catástrofe a películas cuyo trama principal se centra en eventos en curso o inminentes que ponen en peligro a la humanidad.
A continuación, sin orden de preferencia, pero ordenadas por fecha de estreno, diez películas del cine catástrofe memorables (por algún motivo, no necesariamente tienen que ser buenas).
La aventura del Poseidón (1972)
Fue la primera. Basada en el best seller de Paul Gallico, editado en 1969, el barco que le da título pega una vuelta de campana en medio de una tormenta. Producida por Irwin Allen, dirigida por Ronald Neame. Y la trama se centra en cómo tratan de salir a la superficie varios de los protagonistas. Tenía la particularidad de que muchos de ellos no llegaban al final de la proyección. El elenco era rutilante para aquel momento: Gene Hackman, Ernest Borgnine, Roddy McDowall y Shelley Winters.
Ganó 2 Oscar (la canción The Morning After y efectos visuales), y tuvo otras 7 nominaciones al Oscar (entre ellas, la música de John Williams). El filme tuvo una lastimosa remake en 2006, dirigida por Wolfgang Petersen (bueno, uno de sus primeros éxitos había sido El barco), con Kurt Russell, Richard Dreyfuss, Josh Lucas y la argentina Mia Maestro.
En la calle Lavalle -la calle de los cines, por aquel entonces- permaneció en el cine Monumental por decenas de semanas consecutivas, algo fuera de lo habitual.
Terremoto (1974)
Un sismo en Los Angeles y un elenco que encabezaban Charlton Heston, Ava Gardner, George Kennedy y Walter Matthau. El filme de Mark Robson tenía guion coescrito por Mario Puzo, el autor de El Padrino, pero bueno, no toda la culpa es suya. La música también, como en La aventura del Poseidón, era de John Williams.
Fue la primera película estrenada con el sistema “sensurround”, específicamente desarrollado para el filme, en la Argentina. Era un sonido envolvente, y también había un parlante debajo de las butacas, lo que hacía que el ruido resultara ensordecedor. Dicen que hasta se movían las butacas en los momentos del terremoto.
Tuvo cuatro nominaciones al Oscar y ganó un premio de la Academia a los efectos visuales.
Estuvo más de un año en roadshow (única sala) en el cine Renacimiento, en Lavalle al 900.
Infierno en la torre (1974)
Basado en otro best seller, un infernal incendio se prende en un rascacielos de San Francisco, en plena fiesta inaugural de ese edificio de oficinas. Las deficiencias de la construcción desencadenan el incendio. Hay gente que queda atrapada en lo alto del edificio (en el piso 135), y los bomberos intentan sacarlos.
El elenco incluía a pesos pesados como Paul Newman, Steve McQueen, William Holden, Fred Astaire, Robert Wagner y Faye Dunaway (la única sobreviviente, hoy). De John Guillermin, luego director de Muerte en el Nilo y King Kong, y producida por… Irwin Allen, con música de… John Williams.
Tuvo 8 nominaciones al Oscar (una para John Williams) y ganó tres, a la dirección de fotografía, la edición y la canción, We May Never Love Like This Again.
Epidemia (1995)
Cómo olvidarla, si cuando estalló la epidemia de coronavirus era la película que todos recordaban. La película alimentaba la paranoia hacia las enfermedades contagiosas, algo bastante corriente en los años ’90.
Todo se desencadena con un virus, que tiene un monito, vehículo de una epidemia mortal que amenazaba con dejar a los Estados Unidos sin gente.
Dirigida por Wolfgang Petersen (el que luego haría la remake de La aventura del Poseidón), el trío protagónico lo conformaban Dustin Hoffman, Rene Russo y Morgan Freeman, y actuaban Kevin Spacey (ganó como mejor actor de reparto en los Critics Choice Awards y también fue premiado por los críticos de Nueva York), Patrick Dempsey y Donald Sutherland.
Twister (1996)
Fue un sorpresivo éxito, porque si bien contaba con actores conocidos, ninguno era todavía una estrella. Dirigida por Jan De Bont, que venía del éxito de Máxima velocidad, ni Helen Hunt ni Bill Paxton ni Cary Elwes ni Philip Seymour Hoffman ni el mismísimo Alan Ruck (Connor Roy en Succession) llevaban aún público por sus propios nombres.
Bill y Jo Harding (Hunt y Paxton), cazadores de tormentas al borde del divorcio, deben unir fuerzas para crear un sistema de alerta meteorológica avanzado que requiere adentrarse en tornados extremadamente violentos.
Nominada a dos Oscar, al mejor sonido y los efectos visuales, en julio de este año se estrena una nueva versión, protagonizada por Glen Powell (Top Gun: Maverick) y Daisy Edgar-Jones.
Titanic (1997)
¿Hace falta decir algo? La historia de amor de Rose y Jack, que en la mente de James Cameron desencadena el choque del buque con un témpano de hielo cuando quienes debía avistar los bloques de hielo se entretienen viendo besarse a la parejita de Kate Winslet y Leonardo DiCaprio.
La superproducción de James Cameron es una de las tres más ganadoras del Oscar (11), junto con Ben-Hur y El Señor de los anillos: El retorno del rey. Si no la vieron, en Telefe la pasan todos los meses.
Volcano (1997)
Así como en Terremoto era un sismo el que aterrorizaba a Los Angeles, aquí un volcán entra en erupción en el centro de Los Ángeles y un funcionario municipal y una sismóloga tratan de detener su inevitable flujo a través de la ciudad.
Con Tommy Lee Jones y Anne Heche, dirigida por Mick Jackson (¡había dirigido El guardaespaldas!), paradójicamente, otro filme sobre un volcán se estrenó dos meses antes: Dante’s Peak: La furia de la montaña, con Pierce Brosnan (en pleno apogeo como James Bond) y Linda Hamilton (Terminator). No, no tuvo nominaciones al Oscar, sí a los Razzie, que premian lo peor del cine.
Armageddon (1998)
Y sí, había que elegir entre ésta e Impacto profundo, con Robert Duvall, que más o menos trataban sobre lo mismo. Un grupo de geólogos se disponen a destrozar en el espacio a un meteorito que amenaza con chocar con la Tierra. Del ampuloso Michael Bay (La Roca, con Sean Connery y Nicolas Cage, sigue siendo su mejor película), y con guion de J.J. Abrams (Lost), tenía un elenco rutilante: Bruce Willis, Liv Tyler como su hija, Ben Affleck, Billy Bob Thornton, Will Patton, Owen Wilson, Steve Buscemi, Peter Stormare…
¿Quién no recuerda el videoclip del tema I Don’t Want to Miss A Thing, que Steve Tyler cantaba, y veíamos a su hija Liv extrañando a su papá postizo, un Bruce Willis que estaba entre medio de las Duro de matar y a un año de estrenar Sexto sentido?
El día después de mañana (2004)
Roland Emmerich ya había dado sus primeros pasos en algo parecido al género con Día de la Independencia (ataque alenígena) y Godzilla (monstruo mutante). Aquí, una tormenta a escala mundial somete a la Tierra a una nueva era de glaciación, con personajes que están separados por kilómetros. La lucha por sobrevivir es ardua, tanto como la película con Dennis Quaid, Jake Gyllenhaal, Emmy Rossum e Ian Holm, que funciona mejor en los momentos de desastres que en los dramas intimistas.
Lo imposible (2012)
De J. A. Bayona, que acaba de estrenar La sociedad de la nieve, la película cambia el concepto de elenco multitudinario para centrarse en una familia. Un tsunami deja a toda la población de una región costera de Tailandia sin vivienda. Y junto a esa familia, que conforman los personajes de Naomi Watts, Ewan McGregor y Tom Holland (sí, el futuro Spider-Man) sufrimos los días posteriores de la ola gigantesca, con algún personaje herido y otro al que no encuentran.
Naomi Watts fue candidata al Oscar a la mejor actriz protagónica, premio que terminó en las manos de Jennifer Lawrence (El lado luminoso de la vida).