La Caja mágica de Disney, iluminada, espera al público que llega al Teatro Opera sobre el escenario. Es chiquita, pero luego crecerá, como las ambiciones de este show que reúne fragmentos de 78 canciones icónicas de Disney y a 22 personas en escena.
Hay todo un despliegue de producción que arrancará cuando la cajita, por obra de magia, se vuelva enorme. La protagonista está sentada en la platea. Puede ser cualquiera de nosotros, pero a Mara (Luján Blaksley) la guía una lucecita amarilla y la lleva al escenario. Y sí, como si fuera Alicia en el País de las maravillas, ingresa. No sabe lo que le espera.
Los espectadores, tampoco.
La Caja mágica es un popurrí de momentos, sin una ilación que marque qué canción vendrá entrelazada o después de cuál. Los arreglos de Isaac Saúl (director musical, arreglista y orquestador) son realmente para aplaudir, lo mismo que la actuación de la orquesta, que está en el foso.
Video
El show de Disney que estrenó en el Opera.
Todo lo que se ve en el escenario es Disney en estado puro.
El dispositivo de la Caja es como un SUM: un Salón de Usos Múltiples. Se abrirá y cerrará, y dará lugar, espacio a las distintas escenografías con las que se encaran las canciones. Y si hablábamos de los arreglos, hay veces en que se combinan dos canciones al mismo tiempo. Así, el mar engloba un tema de La Sirenita y el leit motiv de Piratas del Caribe (uno de los mejores momentos).
Al comienzo, la sombra de Pepe Grillo aparece proyectada a un costado (también aparecerá Bambi). El trabajo visual de La Caja mágica es estupendo. Hay recursos audiovisuales, mappings, proyecciones de todo tipo sobre las paredes de la Caja, que recorren en movimiento o son fijas. Impresiona también cuando la mano de Goofy es aplastada en un piano, queda enorme, la pone en un cubo de agua y vuelve a su tamaño.
Goofy es uno de los seis puppets que integran el elenco e interrelacionan con los otros bailarines, cantantes y actores, además de Mara. Así es como aparece en el escenario Mickey Mouse, ícono de estos cien años de historia de la compañía. Y estarán Minnie, el Pato Donald, Daisy (la pareja de Donald, tantas veces postergadas) y Pluto.
78 canciones en 90 minutos
Hay películas que tienen más canciones representadas, como Mary Poppins (6), el mismo número que La Sirenita (de Bajo el mar a Bésala), 4 de La Bella y la Bestia (Nuestro huésped sea usted no podía faltar) y de El Rey León (con El ciclo sin fin y Hakuna Matata), Encanto y Moana, tres de Aladdin y de Hércules… Por suerte incluyeron El libro de la selva, y hasta llegaron a meter Mi deseo, de Wish, estrenada aquí hace una semana.
Obvio que habrá ausencias en un espectáculo de 90 minutos, sin intervalo. Las películas de Disney que no son musicales, corren de atrás. De Pinocho dijimos que se veía a Pepe Grillo, y la ballena que aparece debe ser la que engulló al muñeco de madera convertido en niño (y dos fragmentos de canciones). De Blancanieves están las manzanas y un pajarito azul (y 4 fragmentos de canciones), pero de Dumbo (Walt Disney estuvo en el estreno de la película del elefantito, y de Blancanieves en este misto teatro, en 1941), nada, salvo que imaginemos que la pluma le pertenece.
Pero como dijimos, las canciones van y vienen, de medley en medley, no tienen orden ni están todas juntas las de las películas musicales. Hay temas de El extraño mundo de Jack, los hits de Tarzán, Mulán y Pocahontas, Coco y Encanto.
El hecho de que Mara no hable, no explique qué le está sucediendo, seguramente para los más chicos es un hándicap. No hay nada que entender, más que ver y escuchar las representaciones de las canciones que conocen de memoria de tantas veces reproducidas en video, en DVD o por streaming.
El vestuario es muy colorido, lo mismo que las actuaciones en general (Manelik Cambiaso es uno de los nombres a recordar).
Con guion y dirección de Thaddeus McWhinnie Phillips, La Caja mágica no tiene nada que envidiarle a los musicales de Broadway.
Guion y dirección: Thaddeus McWhinnie Phillips. Codirectora y coreógrafa: Lynne Kurdziel Formato. Director musical: Isaac Saúl. Productor general: Felipe Gamba Paredes. Con: Luján Blaksley, Lala Livschitz, Mauricio Vila, Menelik Cambiaso y 18 actores más. Duración: 90 minutos. Sala: Teatro Opera. Funciones: martes, miércoles y jueves a las 20, viernes y sábados, 18.30 y 21.30, domingos a las 19. Entradas: de $ 8.000 a $ 20.000.