The New York Times presentó una demanda este miércoles contra Microsoft y la empresa de inteligencia artificial (IA) OpenAI por usar sus textos sin permiso para entrenar a sus modelos de IA. De acuerdo con el medio, millones de sus artículos se han utilizado para afinar a los “chatbots” contra los que ahora se ven obligados a competir en el sector de la información.
“A través de Bing Chat de Microsoft (recientemente renombrado Copilot) y ChatGPT de Open AI, los demandados buscan aprovecharse de la enorme inversión de The New York Times en su periodismo, usándolo para construir productos sustitutivos sin permiso ni pago“, se puede leer en la demanda, presentada en un tribunal de Manhattan.
El diario no busca una compensación económica concreta, pero sí que se haga responsables a los demandados de “miles de millones de dólares” en daños y perjuicios, y que se destruyan los modelos de IA que utilizan información con “copyright” de The New York Times.
Como parte de la demanda se incluyen ejemplos de varios textos producidos por GPT-4 (uno de los productos de OpenAI) que son casi indistinguibles de algunas investigaciones publicadas por el medio.
Además, muestran que se le puede pedir al buscador Bing, de Microsoft, que copie párrafos enteros de noticias del Times, que requiere una suscripción para leer gran parte de su contenido.
De dónde sacan información los chatbots de inteligencia artificial
Los ‘chatbots’ de inteligencia artificial como ChatGPT utilizan enormes cantidades de datos de texto para predecir la palabra más probable en respuesta a una pregunta, con lo que consiguen recrear con una exactitud llamativa el discurso humano.
Sin embargo, en muchas ocasiones, todos esos textos que se utilizan para entrenar el modelo, como libros o artículos de prensa, están protegidos por ‘copyright’, y cada vez más autores y compañías exigen ser compensados por el uso de su obra.
A comienzos de mes, OpenAI, cuyo principal inversor es Microsoft, alcanzó un acuerdo con la empresa Axel Springer, que publica los medios Politico, Business Insider o Bild, para utilizar su contenido a cambio de una tasa.
La protección de los derechos de autor y la capacidad de la inteligencia artificial para “ser dueña” del contenido que genera aunque esté basado en textos de otros autores es un problema que Microsoft y OpenAI enfrentan desde hace varios meses.
En septiembre pasado, un grupo de autores demandó a la empresa de tecnología por usar su propiedad de forma ilegal.
Según la denuncia, presentada públicamente por los autores Michael Chabon, David Henry Hwang, Rachel Louise Snyder, y Ayelet Waldman, OpenAI se benefició e incluso obtuvo ganancias económicas luego de que ChatGPT usara el contenido de sus producciones para generar textos variados.
“Los actos de infracción de los derechos de autor de OpenAI fueron intencionales, deliberados y con desprecio a los demandantes”, indica la denuncia que ya se encuentra en proceso. También se añade que la empresa “sabía que los conjuntos de datos con los que se entrenaba a la inteligencia artificial generativa contenían materiales protegidos”.