Una comedia familiar sobre un hombre disfrazado de anciana y bailando con aparatos de limpieza alcanzó en 1993 el equivalente hoy a los mil millones de dólares en taquilla. Papá por siempre, con Robin Williams, cumple por estos días 30 años de su estreno.
“El objetivo para mí, siempre, es intentar hacer una película que parezca atemporal, que la gente vea dentro de muchos años”, dijo Chris Columbus, el director de Papá por siempre (Mrs. Doubtfire), en una entrevista reciente.
Según el director Chris Columbus, Robin Williams improvisó tanto que hubo ediciones PG, PG-13 y R de la película (aunque siempre se pretendió estrenar como PG-13).
Chris Columbus usaba dos o tres cámaras a la vez cuando filmaba las escenas de Robin Williams, sin saber qué se le ocurriría al famoso actor de improvisación. Consideró el rodaje de estas escenas como si estuviera haciendo un documental.
Y fue tanto lo que improvisó Williams ante cámaras, que Chris Columbus rodó casi 600 kilómetros de película.
El origen del personaje
El personaje de la Sra. Doubtfire en realidad tiene sus raíces en una persona real, pero no en un padre recientemente divorciado que intenta desesperadamente ver más a sus hijos, sino la dueña de una tienda de ropa de segunda mano en Edimburgo, Escocia.
La tienda se llamaba Madame Doubtfire, como su propietaria. Era una especie de leyenda local, y un vecino de Edimburgo recordó que tenía “alrededor de media docena de gatos” y que, si bien su tienda era un recurso excelente para artículos de segunda mano de alta calidad, “tenía que taparme la nariz todo el tiempo”, por el olor a orina de gato.
La escritora Anne Fine conoció la pintoresca tienda de la señora Doubtfire, y tomó prestado el nombre para su nueva novela, publicada en 1986.
Y en el podcast The Road To Cinema, la guionista Randi Mayem Singer recordó haber leído la novela por primera vez y haber pensado: “‘Bueno, ésta es una película’. Siempre fui un gran admiradora de Tootsie y Una Eva y dos Adanes, pero esto era… El tipo se pone un vestido por una razón realmente universal y con la que podemos identificarnos: estar con sus hijos”.
Mrs. Doubtfire llegó a los cines norteamericanos el 24 de noviembre de 1993 -para el fin de semana extenso por el Día de Acción de gracias-, y en la Argentina, que por aquella época se entendía que diciembre no era una buena fecha, se la guardó para el primer jueves de enero de 1994.
Robin Williams ya era una estrella. De la improvisación y el stand up había pasado al cine con éxitos rutilantes, y con nominaciones al Oscar, como Buenos días, Vietnam, La sociedad de los poetas muertos y Pescador de ilusiones y, antes de que terminaran los años ’90, finalmente se llevaría a casa una estatuilla, no como mejor actor protagónico, como había sido candidato por las tres películas mencionadas, sino de reparto por En busca del destino.
Lo indudable es el don de de Williams para combinar la comedia con el drama. Interpreta a Daniel Hillard, un actor de doblaje con empleo salteado, intermitente, un tipo tan impulsivo como inocente y algo aniñado, lo que exaspera a su esposa, Miranda (Sally Field), quien es, sí, el verdadero sostén de la familia. Cuando una fiesta de cumpleaños improvisada termina con la casa llena de animales de granja, Miranda se harta y le pide el divorcio. Daniel se muda a un departamento destartalado y, sin una fuente estable de ingresos, el juez dictamina que sólo puede visitar a sus hijos una vez por semana hasta que arregle su vida.
Ansioso por ver más a sus hijos, Daniel consigue no sólo un trabajo, sino dos. El segundo trabajo es el de niñera de sus hijos, disfrazada de la señora Doubtfire, de voz suave y pechos generosos.
La secuela que no se llegó a hacer
En el ranking mundial de taquilla de 1993, Mrs. Doubtfire quedó en segundo lugar sólo detrás de Jurassic Park. Sin embargo, a pesar de su éxito monumental, nunca se hizo una secuela. ¿El motivo? Williams nunca escuchó una idea para una historia que creyera que valiera la pena, y sin él, no habría Papá por siempre 2.
Las conversaciones sobre una secuela comenzaron en 2003, con un guion escrito por Bonnie Hunt. Robin Williams regresaría disfrazado de niñera como en la primera película. Pero no le gustó la trama, y la reescritura comenzó a principios de 2006. Se esperaba que la película se estrenara a fines de 2007, pero luego de más problemas con el guion, el proyecto se declaró “desechado”.
Originalmente se dijo que la historia de la secuela involucraba a la Sra. Doubtfire, que se mudaba cerca de la universidad de su hija, para poder vigilarla. Las discusiones serias sobre la secuela se reavivaron en abril de 2014, con el anuncio de que Williams y Chris Columbus se asociarían con Fox 2000 Pictures para producir la secuela. La repentina muerte de Williams -se suicidó, aquejado por depresión, tras su diagnóstico de demencia incurable- apenas cuatro meses después selló el destino del proyecto de una vez por todas.
Los chicos y el divorcio
En la década previa al estreno de Papá por siempre, la tasa de divorcio en los Estados Unidos alcanzó su punto máximo. Se estima que el 50% de los matrimonios terminaron en ruptura. Antes de Mrs. Doubtfire, la película infantil más conocida que abordaba el tema del divorcio era Operación Cupido (The Parent Trap), de Disney y de… 1961. La película termina con las hijas gemelas ahuyentando a la prometida cazafortunas de su padre y recuperar a sus padres juntos. Cuando se hizo la remake, en 1998, con Lindsay Lohan como las dos hermanas idénticas, el final feliz se mantuvo intacto.
El director de Mrs. Doubtfire, Chris Columbus, dice que había una creencia firme de que la película no debía terminar con Daniel y Miranda reavivando su matrimonio. “Robin, Marsha (Grace Williams, productora) y yo éramos un trío fuerte en eso -dijo-. Fuimos inflexibles con el estudio en que nunca volverían a estar juntos. La mayoría de los padres divorciados nunca vuelven a estar juntos y no queríamos que la película tuviera un falso final”.
El tercero en discordia
Hay un tercer personaje en discordia, el que interpreta Pierce Brosnan -antes de convertirse en James Bond-, el potencial padrastro que entra en escena. Stu es un encanto, y Daniel lo ve como una amenaza (memorable la escena del restaurante, tanto por los cambios de vestido que debe realizar Daniel, ya que está sentado a dos mesas con diferentes apariencia, como por provocar la casi letal alergia a la pimienta de Stu).
Mrs. Doubtfire fue una película barata (25 millones de dólares de presupuesto), que recaudó 441 millones de dólares en todo el mundo. Hoy, costaría el doble.
Fue tal el éxito en los Estados Unidos que no solo se mantuvo por meses en los cines, sino que se fueron agregando pantallas para exhibirla.
Mrs. Doubtfire permaneció entre los cinco primeros puestos durante 11 fines de semana consecutivos, algo que este año Barbie no pudo lograr.
Ganó el único Oscar al que fue nominada: mejor maquillaje.
Según una biografía, Robin Williams decidió probar la credibilidad de su personaje de la Sra. Doubtfire durante el rodaje yendo como la Sra. Doubtfire a un porno shop en San Francisco y comprando un consolador enorme. Pudo hacerlo sin ser reconocido.
Durante la escena en la que la Sra. Sellner va a inspeccionar el departamento de Daniel/Sra. Doubtfire, y le está sirviendo té, el glaseado de su cara se está derritiendo. Esto no fue intencional. El calor de las luces de la filmación era lo que lo derretía, y Robin Williams improvisó la mayor parte de esa escena.
Robin Williams hizo entrevistas como la Sra. Doubtfire para promocionar la película y, en ocasiones, también interpretó al entrevistador.
Durante la escena del restaurante en la que los dientes de la Sra. Doubtfire caen en la copa de vino, el resto del elenco no sabía que Robin Williams haría eso, y sus reacciones en la película fueron genuinas.
Hubo muchos casos en los que Robin Williams intentó romper la concentración de Pierce Brosnan. En la escena en la que Brosnan (Stu) estaba por ahogarse con la pimienta de los camarones, Williams seguía haciendo comentarios sexualmente sugerentes para dificultar mucho su tarea.
El personaje de la Sra. Doubtfire fue interpretado por primera vez por Robin Williams en un espectáculo que hizo Andy Kaufman en el Carnegie Hall. Williams se hizo pasar por la abuela de Kaufman.
Algunas escenas se rodaron entre 15 y 22 veces porque Robin Williams no estaba satisfecho hasta que la escena salía como le gustaba.
Harvey Fierstein había visto y había quedado impresionado por la personificación de Robin Williams en Comic Relief. Se enteró a través de amigos que Williams interpretaría un personaje con un hermano gay y no dudó en llamarlo para proponerle interpretar el papel.