En un comunicado emitido este viernes, la junta directiva de OpenAI, la empresa que creó el poderoso ChatGPT, anunció cambios significativos en su liderazgo con la salida de Sam Altman como director ejecutivo. Mira Murati, actual directora de tecnología de la empresa, fue designada como directora ejecutiva interina para liderar la organización de inteligencia artificial.
Murati forma parte del equipo de liderazgo de OpenAI desde hace cinco años y la empresa la destaca por su rol crucial en el ascenso de la empresa como líder mundial en inteligencia artificial.
“Su experiencia abarca diversas áreas, incluyendo investigación, productos y seguridad, y su comprensión profunda de los valores y operaciones de la empresa la posiciona como una elección natural para asumir el rol de liderazgo”, informaron.
Por otro lado también brindaron los motivos que llevaron a la decisión de echar a Altman, una decisión que, dicen, se tomó después de una revisión exhaustiva por parte de la junta directiva.
Allí concluyeron “que no fue consistentemente sincero en sus comunicaciones con la junta, lo que obstaculizó su capacidad para ejercer sus responsabilidades”, explicaron y completaron: “La junta ya no confía en su capacidad para seguir liderando OpenAI”.
En un comunicado, la junta directiva expresó su agradecimiento por las contribuciones de Sam a la fundación y el crecimiento de OpenAI. Sin embargo, subrayaron la necesidad de un nuevo liderazgo a medida que la empresa avanza en su misión de garantizar que la inteligencia artificial general beneficie a toda la humanidad.
Greg Brockman, actual presidente de la junta directiva, dejará su cargo pero permanecerá en la empresa, reportando al director ejecutivo. La junta, compuesta por figuras destacadas como el científico jefe Ilya Sutskever, el director ejecutivo de Quora Adam D’Angelo, la empresaria tecnológica Tasha McCauley, y Helen Toner del Centro de Seguridad y Tecnologías Emergentes de Georgetown, seguirá supervisando de cerca el cumplimiento de la misión y los principios delineados en la Carta de OpenAI.
OpenAI, fundada como una organización sin fines de lucro en 2015, se reestructuró en 2019 para equilibrar la recaudación de capital con la preservación de su misión y gobernanza sin fines de lucro.
“A pesar del crecimiento espectacular de la empresa, la junta directiva reafirma su compromiso con la misión fundamental de garantizar que la inteligencia artificial general beneficie a toda la humanidad”, cierra el texto.