Sextile, trio angelino formado por Brady Keehn (guitarra, voces), Melissa Scaduto (batería, voces) y Cameron Mitchel (sintetizadores y programación) no dejan de bombear desde el subsuelo una exultante combinación de post-punk, techno ruidista que evoca la EBM de grupos como Meat Beat Manifesto, Skinny Puppy, o Revolting Cocks. Una revisitación de un pasado – en muchos momentos glorioso- sin prejuicios, y haciéndolo con una frescura endiablada.
Con Push (Sacred Bones, 2023) estrenan sello discográfico -el siempre interesante melting pot estilístico que confluye en Sacred Bones-, y lo hacen con su mejor disco hasta la fecha. Un tercer trabajo que arranca con una bomba tremenda, “Contortion”, con arreglos que simula la coreografía de una danza tribal. Por mi mente se cruzan las ESG jugando a ser unas Tuxedomoon bailables. El sonido espasmódico de “No Fun” es de la misma estirpe que unos Front 242, mientras Scaduto declama con una carnalidad gélida.
Los punteos de guitarras en la furiosa “Crassy Mel” -homenaje a Crass en el título- se enredan en arreglos que remiten al jungle de los noventa, de la misma forma que “Lost Myself Again” atrapa a dentelladas el fervor de la calle. Los sonidos drum & bass sirven de cimientos para que “Crash” se alce, mayestática, como un monumento a la música de baile noctámbula. La tensión se palpa en la explosiva “Basically Crazy” con destellos de mugre abrasiva en forma de espirales de ruido, mientras que en “LA DJ” es una perfecta combinación de ritmos que trepanan el cerebro e incitan al baile. Este disco es una buena sintonía para el bailar hasta que todo estalle por los aires.
Escucha Sextile – Push