Se cumplen este sábado 21 de octubre 100 días de la huelga que el Sindicato de Intérpretes arrancó desde el primer segundo de la medianoche del viernes 14 de julio. Ya es la más larga de la historia.
Y nada parece que vaya a cambiar en las próximas semanas.
Las negociaciones entre los estudios de Hollywood (la AMPTP) y el Sindicato de Actores de la Pantalla-Federación Estadounidense de Artistas de Televisión y Radio (SAG-AFTRA, por sus siglas en inglés) se empantanaron desde el lunes 2 de octubre. Los directores ejecutivos de los estudios más grandes habían llegado a un acuerdo, a una semana del que hicieron con los guionistas en huelga.
Tanto libretistas como intérpretes piden más o menos lo mismo: salarios a largo plazo, garantías laborales y control sobre el uso de la inteligencia artificial (IA).
Pero las negociaciones con los actores fueron más frías que tibias, no había progresos, y entonces los estudios las interrumpieron el miércoles 11 de octubre. ¿Por qué? Argumentaron que las exigencias de los intérpretes eran exorbitantes, costosas, y al estar ambas partes demasiado en desacuerdo, no daba para continuar negociando.
“Nunca había conocido personas que realmente no entiendan lo que significan las negociaciones”, dijo Fran Descher, la presidenta del Sindicato de Actores. La protagonista de La niñera por estos días regresó a las pantallas de TV con la serie Endeudados, grabada obviamente con anterioridad.
Porque el sindicato prohíbe a sus afiliados trabajar, ir a estrenos, recorrer las alfombras rojas, dar entrevistas.
Los actores no solo exigen una compensación justa en la era digital y de streaming. También quieren salvaguardar la integridad y autenticidad de la actuación en este nuevo contexto tecnológico en evolución. El enfrentamiento marca un punto de inflexión en la industria del entretenimiento.
Pero ni siquiera la propuesta de un grupo de estrellas, encabezadas por George Clooney y Scarlett Johansson, tuvo luz verde. Sumados a Emma Stone y Ben Affleck, presentaron una propuesta a SAG-AFTRA para contribuir con unos 150 millones de dólares al gremio durante tres años. El aporte serviría para brindar seguro médico y una ayuda mensual a los miembros que más lo necesitan.
¿Cómo se financiaría? Con una modificación en los contratos gremiales, donde los actores y actrices de mayores ingresos aumentarían su cuota al gremio. Clooney dijo que solo esos aportes rondarían los 50 millones de dólares anuales.
Pero la propuesta fue rechazada por el comité negociador de SAG-AFTRA, así que todo sigue igual.
Lo que se viene
A la falta de presencia de estrellas en los festivales fuertes de esta altura del año (Venecia, Toronto, Nueva York, Londres) y a que la entrega de los Emmy prevista para septiembre se postergó sin fecha, aunque la tentativa es en enero de 2024, se avecinan las fechas de estrenos de la temporada de premios y los estudios quieren contar con sus estrellas para promocionar sus estrenos.
Nadie dice nada, pero el Oscar está a la vuelta de la esquina. En principio, el proceso de votación para las candidaturas a los premios de la Academia de Cine de Hollywood se mantiene igual. Pero ¿van a dar a conocer las nominaciones sin tener segura la fecha de entrega? Más aún: ¿la Academia hará la ceremonia sin los actores?
SAG-AFTRA quiere conseguir una nueva forma de streaming residual, que se sume a lo que los actores ya ganan en los programas de streaming. SAG-AFTRA quiere 500 millones de dólares al año. ¿Cómo se consigue? Una tarifa por suscriptor aplicada en cada una de las plataformas de transmisión. Ese dinero se distribuiría a los actores a través de un fideicomiso administrado conjuntamente, presumiblemente basado en los datos de audiencia de cada programa en streaming.
Lo que siempre las compañías de streaming prefieren ocultar, justamente lo van a dar a conocer para pagarle a los actores. Sí, sí, ¿dónde hay que firmar?
“SAG-AFTRA dio un ultimátum a las empresas miembros: o aceptaban una propuesta de impuesto a los suscriptores, así como a todos los demás elementos abiertos, o de lo contrario la huelga continuaría”, dijo la AMPTP en un comunicado.
Los estudios dijeron que las propuestas de SAG-AFTRA les costarían unos 800 millones de dólares al año. El sindicato dijo que esa cifra estaba bastante sobreestimada.
La AMPTP contraatacó, respondiendo que respondió que la cifra se basaba en una solicitud sindical de 1 dólar por cliente al año, que se redujo a 57 centavos después de que SAG-AFTRA cambiara su evaluación para eliminar programación no relevante como noticias y deportes.
Ahora que los guionistas levantaron su huelga, varias series y películas empiezan a moverse, pero la producción de muchos programas de televisión y decenas de películas seguirá suspendida, incluidas Wicked, Deadpool 3 y Misión Imposible: Sentencia mortal 2 si no se levanta la de los intérpretes.
El paro cumple 100 días, y nadie, de un lado y del otro de la grieta, se anima a pronosticar hasta cuándo llegará la huelga.