Devastadora, punzante y vigorosa, As Bestas es de lo mejor que ha dado el cine español de los últimos tiempos.
La película de Rodrigo Sorogoyen fue ganadora del premio a la mejor película hablada en lengua extranjera en los premios César (los Oscar franceses) y de 9 Goya de la Academia española, incluyendo película, dirección, guion, actor protagónico y de reparto.
La acción arranca con un caballo salvaje, que es sometido entre varios hombres. El estilo de vida rural no es fácil. Una familia se muda a una zona aislada, en el campo y cerca de un bosque. Es difícil resistir los embates de los inversores entrantes que buscan comprar tierras, más que nada como negocio: la energía eólica se está abriendo de par en par en esa zona agreste de Galicia.
Antoine (Denis Ménochet) es el francés que ha llegado con su esposa, Olga (Marina Foïs), y se dedican a cultivar la tierra. Las relaciones con el resto de la comunidad gallega son variables, desde amigables a hostiles. Estas últimas las vive en carne propia Antoine cuando va al bar del lugar. No es que hable demasiado español, y su enfoque de la agricultura ecológica es vista como algo extraño en medio de la pobreza.
Los antagonistas son Xan (Luis Zahera) y su hermano, Lorenzo (Diego Anido), que se burlan cada vez que pueden del extranjero inmigrante. Y le harán la vida imposible a la pareja, desde pudriéndoles las cosechas hasta amedrentarlos con armas de fuego. Todo ante la impericia de la Guardia Civil.
“¿Sabías que los franceses vinieron aquí para conquistarnos en el pasado?” le dice un Xan algo paso de copas. “Vinieron por nosotros porque pensaban que éramos idiotas”.
Antoine podrá tener un cuerpo que asusta, fuerte, pero lo que no tiene es la astucia para poder contrarrestar la antipatía, la rivalidad. Se le ocurre grabar con su camarita de video cualquier interacción que vaya a tener con Xan o Lorenzo. Olga será más determinante cuando un hombre intente estafarla en la compra de una oveja.
Si detrás de todo gran hombre (por su cuerpo) hay una gran mujer, Olga es esa mujer.
Las escenas y las tomas son largas, y especialmente prodigiosa es la que transcurre en el medio del metraje en el bar, en la que Xan y Antoine sostienen un diálogo, una disputa, una discusión a lo largo de 10 minutos sin corte de cámara.
El quiebre
Y hay un quiebre, algo a lo mejor impensado, pero que podía suceder. Y eso cambia casi todo, el enfoque, la relación de Olga con su hija que llega a visitar Galicia.
Tal vez el éxito del filme también radique en ese sentimiento retrógrado contra la inmigración, que en Europa está escalando a niveles inimaginables. Las actuaciones son realmente convincentes, y conmovedoras en el caso de los franceses Dénis Minochet (Beau tiene miedo) y Marina Fois, pero el que realmente mete miedo es Luis Zahera. Su rostro, su enjundia y su manera de hablar valen el precio de la entrada del cine.
Drama. España / Francia, 2022. 137’, SAM 13 R. De: Rodrigo Sorogoyen. Con: Dénis Minochet, Marina Fois, Luis Zahera. Salas: Cinemark Palermo, Cinépolis Recoleta, Cine Arte Cacodelphia, Lorca, Showcase Belgrano.