A finales de los ochenta Londres era un hervidero de música y locales en los que se empezaba a cocer algo realmente importante. En un futuro cercano, algunas de esas bandas se hicieron grandes y comenzaban a girar por todo el país hasta que el éxito y la excelente impresión causada por sus canciones las sacaban de sus fronteras para extender su nombre y su fama por prácticamente todo el mundo. The House Of Love, la banda fundada en aquella ciudad por Guy Chadwick y Terry Bickers en 1986, son unos supervivientes que tras varias deserciones e incorporaciones continúan en activo y grabando discos aún dignos de varias escuchas.
Ahora visitan España para tocar en directo en el Visor Fest (entradas) los temas de los últimos trabajos y los que los hicieron grandes, algo que para el líder y dueño absoluto del proyecto continúa siendo un verdadero placer. Eso al menos es lo que afirma en la charla que mantuvimos con él como previa a un concierto que promete situar a Murcia en la órbita del rock para nostálgicos durante los próximos días.
«Reactivé The House Of Love porque era lo que debía hacer tarde o temprano»
Una banda que lleva cerca de cuatro décadas haciendo y tocando su propia música ¿cómo se ve afectada por la dureza de los tiempos actuales respecto al arte y la creación?
Ahora el arte es un mundo diferente. Los medios lo han cambiado todo, para bien o para mal. Si puedes conseguir que la cosa funcione lo estarás haciendo bien y no tendrás que depender de compañías discográficas ni medios tradicionales. Publicamos nosotros mismos nuestros propios discos en formato digital donde podemos pero también trabajamos con discográficas para editar el producto físico porque a nuestros fans también les encanta comprar CDs y vinilos.
Suponemos que se siente orgulloso de su capacidad de resistencia después de todos estos años de tantos altibajos. ¿Recuerda cuál fue el momento de máxima debilidad en la carrera de The House Of Love?
Dejé por completo de hacer música desde 1998 hasta 2005. Fue duro no ser músico durante ese tiempo, pero fundé un negocio con mucho éxito que todavía hoy regento.
Yéndonos al lado opuesto, ¿cree que el momento actual de la banda es uno de los mejores que ha tenido nunca, creativamente hablando?
Sí, me siento muy positivo después de haber publicado un disco el año pasado del que estoy muy orgulloso y que se ha vendido bien. Ahora estoy escribiendo mucho nuevo material para el próximo.
El título del disco habla precisamente de eso: A State Of Grace, una reivindicación del estatus actual de la banda, entre el aura de leyenda y el toque de modernidad siempre necesario para subsistir.
Sí, en definitiva, como ya dije, estoy muy orgulloso de él.
Habría que decir que siempre han preservado la esencia, quizás con esos matices psicodélicos siempre en la base de la mayoría de composiciones, junto con una atmósfera especial y un groove que le sientan muy bien a algunas de las nuevas canciones. ¿Cómo se han escrito o inspirado las letras?
Mis letras son un reto en constante evolución para que siempre haya un cambio pero preservando el valor de mi poesía.
El grupo se rehizo con una nueva formación para grabar la secuela de ‘She Paints Words In Red’, publicado en 2013. Hasta donde sabemos, los músicos fueron reclutados para la gira del 30 aniversario. ¿Cómo entró en contacto con ellos?
Vivimos cerca de una ciudad maravillosa que está llena de músicos, bandas y multitud de salas. Los vi tocar individualmente en grupos diferentes y todo fue fluyendo a la vez, fue mágico.
Es bastante común entre bandas de trayectoria especialmente larga como The House Of Love que se empeñen en reivindicar sus canciones más recientes. ¿Seguir tocando después de tantos años himnos inolvidables como “Shine on”, “Christine”, “Marble” y otros es todavía un placer o más bien una deuda con el público?
¡Siempre es un placer! Los nuevos chicos en particular han aportado una energía y entusiasmo muy especiales para tocar lo antiguo y lo nuevo.
¿Influye además el hecho de ser consciente de dónde se está en cada momento como motivación para seguir creando?
Es algo de lo que ya hablamos antes, es un placer tocar en una banda y disfrutarlo cada día y cada momento.
Hasta que no publicaron el segundo álbum las cosas no empezaron realmente a funcionar. Ese disco ya obtuvo gran repercusión en listas y medios de todo el mundo, y eso que originalmente no tenía título hasta que tuvieron que bautizarlo como Butterfly. ¿Qué ocurrió exactamente?
Así es como se conoce el disco, pero no tiene ningún título. Me gustaba esa ambigüedad pero a la compañía de discos no tanto.
El grupo se disolvió en 1993 después de un período de gran éxito y volvió a la actividad en 2003. ¿Cambiaron entonces muchas cosas en el seno de la banda?
Sí, como dije antes empecé un proyecto por mi cuenta, aparte de la música, y fueron tiempos diferentes con bastantes cambios a nivel personal. Reactivé The House Of Love porque era lo que debía hacer tarde o temprano.
Probablemente la pregunta sea incómoda y esté algo cansado de responderla una y otra vez, pero ¿la relación con Terry Bickers es buena en la actualidad?
Estamos bien. Nos llevábamos bien y acabamos tomando la decisión de que era un buen momento para que nuestros caminos se separasen hace unos cuantos años y nunca nos arrepentimos de hacerlo. Él también tiene sus propios proyectos.
Estamos deseando verlos tocar en el Visor Fest, en un cartel lleno de nombres relevantes como OMD, Nada Surf, The Primitives o Echo & The Bunnymen entre otros. Bandas que se mantienen activas y que han superado múltiples problemas sobreviviendo durante tantos años. ¿Qué debe esperar el público español del directo actual de The House Of Love?
Nos encanta tocar en España y estaremos dando el cien por cien para todo nuestro público. Espero que sea un concierto maravilloso e inspirador.
Escucha ‘A State Of Grace’ de The House Of Love