“Almost Blue” de Elvis Costello, para algunos fue un simple disco de country revival, para otros mucho más que eso.
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Tiene su gracia que en pleno 1980, con un panorama musical dominado por el tecno-pop, los nacientes nuevos románticos y todas las clases de post-punk y new wave concebibles saltara Declan Patrick MacManus con un disco de estas características, tan sincero Y valiente, tan de pensar por sí mismo.
Clásicos de Johnny Mullins, Hank Williams, Gram Parsons (“Hot Burrito#1, que por algún motivo Costello retituló “I´m Your Toy”), Don Gibson, Charlie Rich, Merle Haggard y Bill Sherrill (su ”Too Far Gone” que interpretó Lucille Starr).
En realidad ya había avisado en alguna cara B como “Radio Sweetheart”, pero no se había atrevido con un LP entero. Finalmente sacó, producido por el propio Bill Sherrill, un álbum rabiosamente libre y contracorriente. “Elvis was country before country was cool”, en este caso no sería una frase hecha, sino toda una realidad.
Costello tenía que esconder los discos que compraba de George Jones en sus giras Stiff o Radar por América, para que no se los viesen los periodistas. Nada menos chic en 1979 que una dosis de Campo & Oeste.
“My Aim Is True”, su debut, fue un disco más americano que otra cosa, muy pub-rock. Fue el disco de importación más vendido en USA de 1977. Costello empezó con muy buen pie en América. Casi tan bien como había entrado Elton John a principios de década.
Pero llegó el desastre en aquel desencuentro en un bar cuando Elvis y su grupo toparon con Bonnie Bramlett y miembros del grupo de Stephen Stills en marzo de 1979. Habían bebido, y Elvis y los Attractions lo mismo. Acusaron a Elvis de hacer letras misóginas y resentidas de “picha corta”, y Costello montó el lío soltando la primera burrada que se le pasó por la cabeza:
“Ray Charles es un negro ciego e ignorante”.
“James Brown es un negro imbécil”.
La historia se difundió, Bramlett malévolamente se lo contó todo a la prensa. Se le acusó de ser racista y xenófobo. Ahí se interrumpió el proceso de crecimiento comercial de Elvis Costello en los USA.
Unos días más tarde declaró en una conferencia de prensa en Nueva York que no pensaba eso de Charles y Brown, que iba borracho y que simplemente quería fastidiar lo más posible a aquellos que le habían provocado.
Costello posteriormente trató de enderezar un poco el asunto publicando “Get Happy”, un álbum de canciones pop neo soul, en un supuesto intento de demostrar su amor por la música negra, pero tuvo que pagar para siempre ese infame encuentro alcohólico en carretera con las huestes de Stills.
Algún tiempo después del incidente, rechazó una oferta de encuentro con Ray Charles por la culpa y vergüenza que sentía, aunque Charles había perdonado a Costello y le quitó hierro al asunto diciendo: “La charla de borrachos no debe imprimirse en un periódico”.
Costello trabajó mucho en la campaña británica Rock Against Racism antes y después del incidente. Hace años, en una entrevista con su colaborador negro Questlove (baterista de The Roots), abordó la controversia y declaró:
“Es molesto porque no puedo explicar cómo llegué a pensar que podía ser gracioso algo así (…) Lo siento. ¿Sabes? Ya es hora de que lo diga en voz alta”.