Las tres fuerzas dominantes en el circuito de la música digital son Spotify, Apple Music y Amazon. El éxito de estas plataformas se basa -sin hacer preguntas ni levantar sospechas- en analizar los hábitos del oyente para devolver pistas personalizadas.
En sus bóvedas musicales, estos gigantes atesoran un arsenal de canciones ordenadas en inmensas bibliotecas con las que confeccionan sus playlists y distribuyen recomendaciones para todos los oídos.
El secreto para descorchar la canción correcta en el momento indicado, es una efectiva política de recolección de datos que registra todos los movimientos dentro de la app.
La mordida de estos algoritmos tritura los datos como si fueran frutos crocantes y en su tubo digestivo acopian desde lo que se escuchó, aquello que se comparte, lo que se busca e incluso, los tracks que se saltean.
Una vez asimilados, a través del del big data, estos servicios procesan el material acumulado para confeccionar listas a la carta y recomendar canciones basadas en los intereses personales.
A su vez, estos resultados sirven para establecer un seguimiento de los hábitos de escucha, dirigir anuncios e incluso, conocer la personalidad y la fase emocional por la que atraviesa el melómano.
Y de acuerdo al tipo de música que uno selecciona, el sistema podrá inferir si está triste, eufórico o desanimado. En base a estas observaciones, ofrecerá recomendaciones que se ajustan a dicho estado anímico.
La pregunta que se hacen en ExpressVPN es, qué medidas de seguridad adoptan estas apps para proteger la privacidad de los consumidores y como uno puede estar seguro que esta información no quede expuesta a terceros.
El rey del streaming
Según el International Music Summit, Spotify es el rey del streaming de música. La base de suscriptores representaba casi el 31% de la cuota de mercado y se espera que esta cifra se dispare todavía más para finales de 2023.
“Aunque es un servicio de suscripción, Spotify por defecto almacena y procesa una gran cantidad de datos del usuario. Dichos datos son compartidos con anunciantes para poder crear perfiles de anuncios personalizados”, señalan desde ExpressVPN.
Y si bien nunca ocultó esta práctica, este año la autoridad sueca de protección de la privacidad (IMY) lo impuso una multa de 5,4 millones de dólares. La organización alegó que no había informado cómo se cosechaban y usaban estos datos en suelo nórdico.
Así, cada pista de sonido o episodio de podcast reproducido, sus robots minan los datos de comportamiento para obtener información acerca de los estados de ánimo y actividades de los usuarios.
De acuerdo a su política de privacidad, también puede obtener información sobre las cookies, dirección IP e información de los dispositivos de la red Wi-Fi.
Además, si uno integró Spotify con alguna red social como Facebook, Instagram y Twitter, la firma sueca tiene la potestad de acceder a la información que se publica.
Apple: caro pero el mejor
La política de privacidad de Apple es considerada por los analistas informáticos como la más amplia y amigable en todo el sector tecnológico. Ya que indica cómo recopila, usa y comparte los datos, dando un alto nivel de control sobre su configuración, teniendo la posibilidad de anular este seguimiento.
Según detalla, el fabricante del iPhone usa estos datos para mejorar el servicio y enviarle anuncios de sus artistas y elaborar recomendaciones de música que son más efectivas.
Apple Music cuenta con nada menos que 100 millones de pistas musicales, tres estaciones de radio en vivo y más de 30.000 playlists compiladas por expertos. Más allá de las pistas de audio, la plataforma también ofrece videos musicales y documentales relacionados con la música.
El tercero en discordia
Se trata de es un servicio que ofrece a los miembros de Prime una experiencia sin anuncios con acceso a 100 millones de canciones, una amplísima selección de podcasts y miles de playlists. Todo esto, cubierto bajo el paraguas de Amazon Prime.
Con una cuota de mercado del 13,3%, le pisa los talones a Apple (13,7%), con quien comparte, al menos Amazon Music Unlimited, pistas sin pérdida de calidad (FLAC), además de una creciente colección de Audio Espacial masterizado en Dolby Atmos y 360 Reality Audio.
En su letra chica, la versión Unlimited reconoce que retiene: nombre de usuario, información de contacto y de facturación. El dispositivo que emplea, la dirección IP y el sistema operativo.
Además, se nutre del historial y las preferencias de escucha, así como desde la geolocalización de la cuenta. Como si fuera poco, las páginas que visita y las acciones que emprende mientras está en la aplicación o la página web.
A modo de excusa, señala que emplea está información para mejorar su servicio con la idea de vislumbrar cuáles son las canciones que escucha, qué playlists crea y cómo usa el servicio.
La mejor protección
La recopilación de datos que hacen las empresas, no es un comportamiento ilícito, ya que es el propio interesado es quien concede este permiso, al aceptar los términos y condiciones.
Entre ellos figuran la pérdida del control de datos personales, el uso por terceros con fines no autorizados, así como el acceso a métricas y comportamientos de consumo.
Por eso, antes de dar el consentimiento, es importante leer las políticas de privacidad. Esto ayuda a comprender cómo se utilizarán los datos. En caso de ser muy abusivo, uno puede rechazar el servicio.
“Uno puede detener la recopilación de datos en Spotify. En la sección Privacidad de la cuenta de usuario o Cuenta en la versión de escritorio. Allí, habrá que desmarcar la opción Procesamiento de mis datos personales para la publicidad personalizada”, explican desde ExpressVPN.
Si uno tiene la cuenta vinculada con una red social, habrá que quitar la tilde de Procesamiento de mis datos de Facebook.
“Para una mayor privacidad, es posible desactivar las opciones sociales en el menú de configuración. Esto evitará que Spotify comparta automáticamente sus listas de reproducción o las canciones o podcasts que está escuchando”, dicen desde ExpressVPN.