La compositora, rapera y poetisa Fatimah Nyeema Warner, aka Noname, es de la misma generación que otros artistas de Chicago como Chance The Rapper, Saba o Smino, y al igual que ellos ha revitalizado la escena del hip hop hibridando sus versos con neo soul, jazz odrill, y así crear un mosaico de sonoridades sumamente creativo.
Noname debutaría con una mixtape titulada Telefone (2016), para dos años más tarde editar el fenomenal Room 25 en el que puso el listón personal a una altura no apta para advenedizos. Un trabajo repleto de referencias políticas y arengas a favor de preservar la memoria histórica afroamericana diezmada por unas interpretaciones de la “Historia oficial” llevadas a cabo por la intelligentsia oficial blanca. “My pussy wrote a thesis on colonialism” rapeaba en uno de sus temas, pero en este gran Sundial (AWAL Recordings, 2023), tampoco está dispuesta a morderse la lengua, y de nuevo sus versos son vitriolo en estado puro. Tal como su nombre artístico indica, ese “noname” es no hacer ningún tipo de concesiones a un sistema que anula las peculiaridades, y eso por este motivo la artista de Illinois no tiene que pagar peajes con la industria que fagocita todo a su paso.
Versos y una producción excelsa se dan la mano para crear uno de los discos de hip hop más inspirados que uno ha escuchado en años. Abre el disco con “black mirror”, y unos sonidos a lo Shakatak son la pasarela de entrada para la torrencial “hold me down” con ecos a D’Angelo y Erykah Badu, y en la que sus soflamas reclaman la atención de la comunidad negra para que se revelen contra la supremacía blanca. La centelleante “balloons” (con el rapeo adicional de Jay Electronica) incide en sus traumas personales (“fascinated with mourning, they hope the trauma destroy her”) jugando con la tercera persona, y es que, como dice ella en alguno de los versos del disco, pertenecer a un género que planea en una cuarta dimensión te permite articular este tipo de discursos.
Los vientos de “boomboom” recuerdan a las jam sessions de Prince, y nos narra la felicidad después de un buen polvo: “I’m Black, I’ve been Black, fuck what you thought/ Fuck what they taught and fuck what they teach/ Baby, come eat a Georgia peach for free/ For real”, mientras que en la frenética “namesake” estalla en contra de estrellas como Beyoncé o Kendrick Lamar por venderse a la fama y el dinero, y deja frases lapidarias como “Fuck, I never need no name/ I got a little bit of love and a memory lane”. Un disco esencial.
Escucha Noname – Sundial