Sofia Coppola volvió a Venecia, donde Somewhere – En un rincón del corazón (2010) ganó el León de Oro a la mejor película, y hace 20 años trajo Perdidos en Tokio (2003), con Scarlett Johansson y Bill Murray. Y parece que este sábado 9 de septiembre no va a volver a los Estados Unidos sin algún premio.
Priscilla, que marca otra fuerte presencia de Hollywood y del streaming (es producida por MUBI, además de A24) en la Mostra, es la versión autorizada de la relación entre Elvis Presley y Priscilla, su primera y única esposa, pero no su primera ni única amante.
Y si decimos que es la versión autorizada de Priscilla Presley es porque se basa en sus propias memorias, Elvis and Me, de 1985, y la luego actriz de la saga La pistola desnuda aparece también como productora ejecutiva.
No pasó mucho más de un año desde que se conoció Elvis, la película de Baz Luhrmann, pero Priscilla es bastante, bastante diferente. Si bien ambas tienen al músico en el centro de atención, en el filme con Austin Butler tenía mucho peso el Coronel (Tom Hanks), su manager. Aquí se fluctúa entre la joven que tenía 14 años cuando conoció a Elvis, que tenía 24.
Fue en Alemania, donde él estaba cumpliendo su servicio militar en una base militar estadounidense, y ella era hija de un militar afincado allí. “Tengo que pedirle permiso a mis padres”, dice una joven Priscilla cuando Currie Grant, amigo del rocanrolero le ofrece ir a la casa de Elvis en Friedberg, Alemania.
Sin las canciones
Por una cuestión de derechos, Coppola no pudo contar con las canciones de Elvis, lo que marca ciertamente una diferencia con el filme de Luhrmann candidato al Oscar. Pero así como Maestro, de y con Bradley Cooper, que también compite por el León de Oro, se centra en Leonard Bernstein, y por eso se titula así, Priscilla le hace honor a su título.
Elvis es presentado como todo un caballero luego de que se produzca el flechazo entre ambos. Van a pasar muchos años hasta que él regrese a los Estados Unidos y su relación con Priscilla, que estaba en el colegio secundario, se afiance. Elvis es genial, hasta agarra un vaso que estaba a punto de caerse mientras tocaba con frenesí el piano y pasan años hasta que se saque el pijama en el lecho que comparte en Graceland con Priscilla.
Luego sí, estarán las pastillas, el LSD, los momentos de violencia (“los heredé de mi madre”, dice), el nacimiento de Lisa. Pero más importante, las relaciones con sus amantes en los sets de rodaje, primero negándoselo a Priscilla, que si bien es más joven no se chupa el dedo.
Cailee Spaeny (Erin en Mare of Easttown) no se parece a Priscilla, pero dada la convención del cine, se le cree todo. Jacob Elordi (Nate en la serie Euphoria, con Zendaya) tampoco tiene parecido alguno con Elvis, pero pese a eso no desentona.
En la conferencia de prensa Priscilla Presley no estuvo en el estrado, sino que se sentó en la primera fila entre la prensa. Sí participaron Coppola y ambos intérpretes gracias a que SAG/AFTRA les permitió asistir a la promoción como una excepción a la huelga de intérpretes.
Coppola contó como abordó lo joven que era Priscilla cuando conoció a Elvis. “Puedo volver a tener esa edad y recordar estar enamorada de un chico mayor y una estrella de rock. Simplemente me imaginé desde su punto de vista”.