Hoy el extraordinario baterista Ginger Baker cumpliría 84 años. El célebre músico de Cream, Blind Faith, Air Force, Graham Bond Organisation y Hawkwind falleció en octubre de 2019. Fue sin duda uno de los percusionistas más importantes de la historia del rock, uno de los más atrevidos, y como persona todo un carácter, un punk, al menos en actitud.
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GINGER BAKER CONTRA TODO-
No era una persona precisamente fácil según los que le conocían bien. Hasta llegó a agredir al director de un documental sobre su persona. El que fuera batería de Cream también se despachó a gusto a lo largo del tiempo contra muchas de las bandas y estilos que generó el famoso “power trio”. Sin pelos en la lengua.
Y alguna vez también repartió estopa a discreción a contemporáneos como los Rolling Stones.
En una entrevista con Forbes cargó contra Led Zeppelin y el heavy metal al completo. Dijo que la música que producen es “increíblemente repulsiva”.
Por supuesto, pensaba que John Bonham era mucho peor que él como baterista:
“Ni de lejos como yo. No era un músico”.
La modestia, sin duda, no era su fuerte, pero sí la mordacidad. Y los de Forbes tiraron del hilo a ver si sacaban alguna que otra perla más de boca de Ginger. Y lo consiguieron, cuando le preguntaron su opinión sobre Led Zeppelin, si le parecía una buena banda surgida de la “influencia Cream”. Baker respondió:
“Jimmy Page es un buen guitarrista. No creo que Led Zeppelin llenaran el vacío que dejó Cream, pero hicieron un montón de dinero. Probablemente me gusta cerca de un 5% de lo que hicieron, un par de cosas fueron realmente geniales. Lo que no me gusta es la mierda “bish-bash, jing-bap, jing-bash” que hicieron”.
“Hace años, John dijo: ‘Hay dos baterías del rock and roll, Ginger Baker y yo’”.
“No hay manera de que John estuviera cerca de lo que soy. No era un músico. Mucha gente no se da cuenta de que yo he estudiado. Yo puedo escribir música. Yo solía escribir piezas para “big bands” en 1960-61. Sentí que si yo era un baterista, necesitaba aprender a leer música de batería”.
“Me gustaba tanto leerle, que un chico de una de esas “big bands” me dijo que me conseguiría dos libros. Los estudié al mismo tiempo. Uno era acerca de las reglas de la armonía básica, el otro de cómo romperlas todas [risas]”.
Pero el climax final de la entrevista llegó con su invectiva contra el heavy metal. A Ginger Baker no le gustaba nada ser considerado padre o influencia del género:
“Estas personas que se visten con pantalones de spandex con todo ese extraordinario maquillaje, me parecen increíblemente repulsivas, siempre ha sido así. He visto en sitios que Cream es una especie de responsable del nacimiento de heavy metal. Bien, definitivamente podríamos haber abortado [risas]”.
“Yo aborrezco y detesto el heavy metal. Creo que es un aborto. Muchos de estos chicos vienen y dicen: ‘Tío, fuiste mi influencia, la forma en que golpeabas los tambores’. Ellos no parecen entender que golpeaba con el fin de escuchar lo que estaba tocando. Era ira, no goce, y dolor. Sufrí en el escenario por ello, por la basura de los amplificadores a todo volumen. No me gustaba entonces y menos ahora aún”.
Ciertamente se refirió en muchas ocasiones a su enfado con la lucha de egos Eric Clapton- Jack Bruce. Se subían al escenario y ponían los amplis a tope. Y Ginger le tenía que atizar muy fuerte, cuando lo que tal ve quería hacer él es tocar como su admirado maestro baterista Phil Seamen.
En una entrevista con Rolling Stone, también no dejó casi títere con cabeza. Arremetió contra ellos diciendo que “no estaría a menos de 10 millas de distancia de un concierto de los Rolling Stones”, porque le parecen músicos mediocres.
“No son buenos músicos, esa es la razón. El mejor músico de los Stones es Charlie Watts, de largo”.
Pero la cosa no quedó ahí: Keith Moon de los Who tampoco le parecía un buen batería. Y le importa un pimiento si Bob Dylan seguía en activo o estaba de gira.
Todo queda finalmente resumido en un :
“No soy fan de nadie”.
Ginger Baker también comentó que ya no escuchaba música y que no pensaba ni por lo más remoto volver a tocar con Cream.
Genio y figura. Uno de los mejores, más locos (y más estudiados) baterías que el rock ha dado jamás.