Asistíamos a una noche de rock´n´roll oi! en la mítica sala madrileña Gruta 77 con dos figuras importantes de la música skinhead de Estados Unidos. Por una parte, los procedentes de la costa oeste, Ultra Sect. Un muy interesante combo que editaron su primer E.P en 2018; War of the Roses (LSM Records). Capitaneados por Bryan Zimmerman a la guitarra y voces y con miembros de Suede Razors.
Por la otra parte, los (para algunos) míticos The Beltones, con poca discografía a sus espaldas, a pesar del año de su nacimiento como banda, a principios de los noventa. Liderados por Bill McFadden y formados en Florida, ahora residen en Oakland, cerca de San Francisco. Si he de ser sincero, pensaba que ya ni existían, por lo que me llevé una sorpresa al ver el cartel. Luego he visto que han grabado cosas hace poco.
Con una entrada nada desdeñable para ser agosto y un día de diario, comenzaban su set Ultra Sect. Sin demasiados saludos y yendo al grano, los de Bryan Zimmerman comenzaron un concierto muy potente con “Violent Acquisition”, Blood Laws y Public Enemy”. Buen sonido, como corresponde casi siempre al Gruta y la poca gente que se acercaba a primera fila en las primeras canciones disfrutando con los temas cortos y energéticos de la formación. Nada podía salir mal.
Y así fue, Oi!, Street Punk, como quieras llamarlo, al fin y al cabo: rock & roll fue lo que esgrimieron Ultra Sect en su corto pero directo bolo. No destacan ninguno sobre otro, la base rítmica funciona a las mil maravillas y la voz bronca de Bryan es la acompañante ideal para los temas. Particularmente a mí me recordaron a unos primeros Agnostic Front, aunque seguro que ellos no estarían muy de acuerdo.
Enfilaron la última parte del concierto con temazos como: “Class Hate”, Ride the Storm”, “Bread and Roses” y su hit indiscutible “Turn Up the Oi”.
Todo bien, concierto breve, intenso como su tipo de música lo requiere, sin paradas y con sonido. Luego en el puesto de merchandising cabe destacar la cuidada edición de sus discos, así como patches y pegatinas. Se nota la profesionalidad en todo en los Ultra Sect.
Con la gente más animada a ocupar el centro de la pista y las primeras filas del Gruta, puesto que iban a ver a una banda que solo ha venido una vez a España (si no me equivoco) se iban preparando The Beltones para dar su concierto. La primera grata sorpresa es que la guitarra estaba Bryan Zimmerman de los anteriores, garantía de calidad entonces, o eso pensábamos.
Lo que ocurrió, lo que ocurrió… bueno no es que merezca la pena relatarlo con todos los detalles. Una mala noche la tiene cualquiera, si nos queremos consolar, pero no es de recibo tener tan poco respeto a la audiencia y por supuesto a la promotora independiente Mad Madrid y a un de sus responsables; Adolfo, que luchan por traer bandas de este tipo con los riesgos económicos que ello conlleva.
Lo dicho, bien sea porque Bill McFadden iba un poco cocido de cervezas o porque se le cruzaron los cables, no atinó siquiera a tener la guitarra durante dos temas. No tocaron su setlist completo y se le olvidaban los temas. Las caras de los demás miembros de la banda al ver lo que pasaba también eran un poema. Poco más que comentar. Un chaval en primera fila comentaba que qué pena todo lo que estaba pasando después de tantos años esperando para esto.
Nos quedamos con el estupendo concierto de Ultra Sect y con el hecho de regresar siempre a una de las salas de conciertos más míticas de Madrid.
Gracias a la gente de Mad Madrid Booking por las facilidades.
Fotos: Fernando del Río