La Fábrica de Cervezas Victoria lleva desde 2018 encadenando propuestas musicales de lo más interesante, dotando al recinto de una personalidad fresca y original, congregando a numeroso público encantado de aunar música y cerveza en un marco mágico e incomparable. Por su escenario han pasado artistas de la talla de Ángel Stanich, La Bien Querida, Tulsa, Second, Depedro, Soledad Vélez… y este pasado jueves era el turno de la ilustre chilena, Javiera Mena.
Consciente de la atmósfera íntima de esta velada, adaptó su cancionero a un elegante y sofisticado set con sólo guitarra, saxo y flauta, además de su inseparable teclado. Ella mismo afirmó que quería acercarse a su lado más reposado, dando espacio a sus deliciosas baladas, repletas de encanto sensual, con ese aire mediterráneo que acaricia sus melodías. Eso no impidió que diera rienda suelta a sus ya clásicos números de pop bailable, como “Corazón Astral”, “Otra Era” o “Espada”, con mención especial a su debut, Esquemas Juveniles (Índice Virgen, 2006), al que dice volver siempre que está componiendo un nuevo disco, como es el caso en la actualidad.
Fue una ocasión especial para entender de voz de la propia artista, las historias detrás de sus composiciones, con un mensaje lleno de esperanza tan necesario en estos días. Su innegable magnetismo alcanzó cada rincón de La Fábrica, que tarareó esas dulces y evocadoras historias de amor que han convertido a la chilena en una figura referencial en pop actual. El momento de las versiones, “Mujer Contra Mujer” o “Yo No Te Pido La Luna” activó la interacción a modo de karaoke con el público, cobrando una nueva dimensión a través de su voz.
Fue una noche de reencuentro con una cantante de las que aparecen cada mucho tiempo, capaz de hacernos bailar, sentir, llorar y reír, siempre desde el corazón, y solo podemos agradecer que la excelente iniciativa de Cervezas Victoria se consolide año tras año, ofreciendo un espacio donde resulta tan fácil y tan cómodo sentirse desinhibido y desconectar de la realidad, disfrutando del presente sin pensar más allá.